17/11/2024

1o. DE NOVIEMBRE: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

Hoy celebramos la Solemnidad de Todos los Santos.

La Iglesia, además de los misterios de Cristo, también celebra las fiestas de los Santos.

La solemnidad de Todos los Santos es aquella celebración que resume y concentra en un día todo el santoral del año, pero que principalmente recuerda a los santos anónimos aquellos que no reciben culto ni veneración. Son innumerables los testigos fieles del Evangelio, los seguidores de las Bienaventuranzas. Hoy celebramos a los que han sabido hacerse pobres en el espíritu, a los sufridos, a los pacíficos, a los defensores de la justicia, a los perseguidos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón.

Los Santos son esa multitud innumerable de hombres y mujeres, de toda raza, edad y condición, que se desvivieron por los demás, que vencieron el egoísmo, que perdonaron siempre. Santos son los que han hecho de su vida una epifanía de los valores trascendentes; por eso quienes buscan a Dios lo encuentran con facilidad humanizado en los santos.

La santidad es la totalidad del espíritu de las Bienaventuranzas, que se leen en el evangelio de la Misa. La totalidad es pobreza, mansedumbre, justicia, pureza, paz, misericordia. Es apertura y donación que tienen como símbolo la confianza de un niño.

Santidad es tener conciencia efectiva de ser hijo de Dios. Este sentido de filiación debe ser acrecentado a través de la purificación interior y así alcanzar la meta plena de nuestra conformación con Dios. Santidad es pluralidad. Cada uno debe seguir a Cristo desde su propia circunstancia y talante; desde su nación, raza y lengua, en los días felices y cuando la tribulación arranca lágrimas del corazón; en la soledad o en el trabajo, escuela o casa; en la salud y aún más en la enfermedad.

La santidad pues, es una aventura, un riesgo que vale la pena correr. La transformación del mundo la han hecho fundamentalmente los santos con su testimonio de vida coherente que desbarata las rivalidades y crea la nueva fraternidad.

PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD