La editorial Planeta es una de las mayores empresas culturales en lengua española, editando libros en España, Francia, Portugal, Brasil e Hispanoamérica, y generando titulares cada año con el Premio Planeta de Novela, el Premio de Novela Fernando Lara, el Premio Azorín y el Premi de les Lletres Catalanes Ramon Llull. Planeta cumple este año su 75 aniversario
El joven Lara: bailarín de claqué, capitán legionario…
Fue fundada por el sevillano José Manuel Lara Hernández (1914-2003), hijo de médico rural. En su adolescencia pasó brevemente por el seminario menor y por los salesianos. Dice Màrius Carol sobre la vida de Lara que: «Primero entró en un taller de mecánico ajustador y se cansó, luego empezó en una droguería y se siguió cansando, hasta que por último se decidió por la carpintería, pero también lo dejó si bien no parece que fuera por agotamiento. Finalmente fue su padre quien se cansó del chico y lo mandó a Madrid con dieciséis años«.
Llegó a Madrid en 1930 y entró al poco tiempo en la compañía de revista de Celia Gámez como bailarín de claqué, dedicándose luego durante un breve tiempo a la venta de galletas. En 1935 hizo el servicio militar como legionario, cuerpo en el que llegó a alcanzar el rango de capitán. La Guerra Civil le cogió en Sevilla, y la terminó entrando Barcelona en 1939 con el ejército del general Yagüe, tras lo cual se quedó en la ciudad, donde se licenció del servicio militar.
Según se sabe estuvo un tiempo empleado en la empresa italiana Pirelli. Se casó con María Teresa Bosch en 1941, a quien había abordado en el Salón Rosa tras seguirla por el Paseo de Gracia de Barcelona. Tuvo cuatro hijos con ella, Inés, Maribel, José Manuel y Fernando, este último fallecido en accidente en 1995 en plena juventud.
“Hija, si hubieras buscado adrede alguien más alejado de nuestra mentalidad, de nuestras costumbres y de nuestro país, no lo habrías encontrado”, comentaron los padres de ella cuando se lo presentó. Se casaron en la iglesia de San José Oriol, donde 62 años más tarde se celebraría su funeral.
Planeta, porque «es lo más grande que se me ocurrió»
Una vez ya casado, creó con su esposa una academia de enseñanza general y oposiciones, cosa que no tardó en descubrir que exigía mucha dedicación y daba pocos ingresos, aunque este hecho podría considerarse su primer acercamiento profesional a los libros. Entre las frases célebres de Lara se cuenta aquella según la cual “el negocio que no da para levantarse a las once de la mañana, ni es negocio ni es nada”.
Tras trapicheos y la actividad en academias, pasó a comprar la pequeña Editorial Tartessos, a la que pronto llamó Editorial Lara, y en 1949 Editorial Planeta, nombre debido a que “era lo más grande que se me ocurrió” y no se conformaba con menos”. Sus primeros best sellers vinieron con Frank Yerby y Vicki Baum.
Los cipreses creen en Dios: 6 millones de ejemplares
Luego llegó el gran boom de José María Gironella con Los cipreses creen en Dios, Un millón de muertos y Ha estallado la paz, trilogía sobre la Guerra Civil todavía hoy de más que recomendable lectura. Gironella había ganado en 1946 el Nadal, pero no encontraba editor para su trilogía sobre la Guerra Civil. Los cipreses creen en Dios salió al mercado en 1952 y en dos meses vendió 50.000 ejemplares. La trilogía alcanzó los seis millones de ejemplares.
El mérito de Lara como vendedor de libros podría medirse entre otros modos considerando que España por la época todavía tenía un alto índice de analfabetismo.
Lara pasó progresivamente de publicar libros de autores extranjeros a interesarse por fomentar los autores españoles. En 1952 instituyó el legendario Premio Planeta de Novela Española, con una cuantía de 40.000 pesetas para el ganador, que actualmente está dotado con un millón de euros, siendo el galardón literario mejor dotado de la actualidad.
Dio trabajo a represaliados anarquistas y comunistas y propició en sus catálogos una gran diversidad ideológica. Siguió su carrera con la venta a crédito de la francesa Enciclopedia Larousse, apostando por la venta directa a particulares y poco a poco el espectro editor se fue ampliando con otros géneros como el biográfico, ensayos, novelas, así como grandes obras históricas y artísticas.
Luego vendrían el Premio Espejo de España, de ensayo o de estudios biográficos, en 1975, el Premio Ateneo de Sevilla, el Premio Azorín de Novela, el Premio Ramon Llull de novela catalana, en 1968…lo que terminaría desencadenando a partir de la década de 1980 un proceso de expansión con la empresa italiana DeAgostini y la compra de la importante editorial española Espasa Calpe.
Poco a poco se fueron incorporando al sello autores como Miguel Delibes, Juan Marsé, Camilo José Cela, Jorge Semprún, Terenci Moix o Manuel Vázquez Montalbán, que siguieron la gran labor de los pioneros José María Gironella o Ana María Matute, en la tarea de encumbrarla. Es imposible entender la literatura contemporánea en castellano, y menos aún su sector editorial, sin glosar y reconocer la tarea realizada por José Manuel Lara Hernández al frente del Grupo Planeta.
Creciendo hacia Hispanoamérica
En 1987 crearía la nueva editorial Temas de Hoy, produciéndose además paulatinamente desde la década de los 60 la proyección por los países de Latinoamérica, creando filiales en Colombia, Uruguay, Argentina, Venezuela, Ecuador y llevando a cabo coediciones con estas filiales y adquiriendo en México una importante editorial, produciendo todo ello la expansión de la cultura española dando a conocer textos y autores de nuestro país, hasta llegar al tránsito de Editorial Planeta a Grupo Planeta, con la integración de editoriales tan prestigiosas como Destino, Seix Barral, Ariel, Crítica, MR Ediciones, Deusto, Minotauro, entre otras, lo que ha llevado al Grupo al liderazgo del sector editorial en España. Portugal y América Latina, siendo el número uno en español en el ranking mundial.
En 2003 llegó la adquisición del Grupo Atresmedia y la emisora Ondacero. Lara también incluyó en sus negocios al Real Club Deportivo Español.
Reconocimientos al editor
No es de extrañar después de lo dicho que Lara fuera objeto de innumerables distinciones, algunas de las cuales fueron en 1970 la entrega de la Llave de Barcelona; en 1977 la Medalla de Oro al Mérito Cultural; en 1979 el nombramiento de comendador de número de la Orden del Mérito Civil; en 1983 el nombramiento de socio de honor del Ateneo de Sevilla; en 1988 la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya; en 1994 la designación de Hijo Predilecto de El Pedroso -su pueblo natal- y la obtención del título de marqués de El Pedroso de Lara; en 1996 el Rey le otorgó la Medalla al Mérito del Trabajo y se impuso su nombre a una calle de Sevilla.
También hubo reconocimientos desde el ámbito del saber, pues en 1997 ingresó en la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona y en el 2000 el Ayuntamiento de Barcelona le otorgó la Medalla d’Or al Mèrit Cultural y recibió la Medalla de Oro del Ateneo de Sevilla.
Ni que decir tiene que impulsó al sector editorial catalán como nadie lo ha hecho en la historia de esta comunidad autónoma. Recibió reconocimiento público durante toda su vida como lo demuestra que NODO le dedicara un programa en 1970 Entrevista José Manuel Lara, Editor Creador Premio Planeta, Editorial Planeta Marcos Aguinis.
No faltaron multitud de entrevistas televisivas posteriores como esta: José Manuel Lara: entrevista inédita al fundador del Grupo Planeta.
En la actualidad, Grupo Planeta es un grupo de empresas asociado con otras editoriales a nivel internacional, que emplea a unas 18.000 personas, la mitad de ellas en España. Editorial Planeta es la más importante del mundo en español, y una de las diez más importantes en el ranking absoluto.
«Acepto siempre los designios de Dios»
Rafael Abella, escritor e historiador y amigo y consejero de Lara durante 30 años, escribió su biografía José Manuel Lara: el editor (de cuya información se nutre en parte este artículo). En cierta ocasión, preguntado sobre su estado de ánimo, Lara decía: «Soy persona creyente y acepto siempre los designios de Dios. Sería absurdo decir que la vida me ha tratado injustamente cuando, en la actualidad tengo 67 editoriales, una inmejorable posición económica y si no hubiera muerto Fernando, sería dueño también de la editorial más importante de Francia». Admitía tener miedo a una muerte lenta y pedía a Dios una muerte rápida.
En su funeral, oficiado en la misma iglesia de San José Oriol en la que se casó, oficiando la ceremonia el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, le recordó como un caballero cristiano. Fue enterrado en el cementerio de Montjuic.
Más procesional que cristiano de base según su biógrafo, Abella no dudó en señalar reiteradas veces que era creyente y devoto de la Virgen de El Espino, patrona de su pueblo natal El Pedroso. Frases como ‘Dios quiera que no tengan que volver los Reyes Católicos para unirnos’ se le oyeron varias veces frente a los separatismos políticos que ya veía.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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