En África, y en otros muchos lugares, no sólo las leyes civiles no recogen las uniones homosexuales, sino que muchas veces las mismas actividades homosexuales son delito para el Estado, además de socialmente reprobadas por todas las religiones. Parece que nadie en Doctrina de la Fe consultó -ni sinodalmente ni de ninguna otra forma- con las iglesias católicas de África a la hora de preparar la Declaración Fiducia Supplicans que permite las bendiciones a parejas del mismo sexo y otras uniones irregulares.
Tras el primer ejemplo de los obispos de Malawi (país que tiene unos 7 millones de católicos), distintas conferencias episcopales de África ya han sacado comunicados, intentando hacer exégesis (algunos dirían «control de daños») del documento firmado por el cardenal Victor Manuel Fernandez, al detectar que para muchas personas es causa de confusión y desconcierto.
Por ejemplo, algunas conferencias episcopales dicen que al hablar de uniones irregulares se aplica también a las uniones polígamas, aunque Fiducia nunca menciona explícitamente la poligamia. El caos sobre «parejas», en África y otras culturas, se puede aplicar a relaciones de tres, cuatro, cinco y muchos más implicados.
Los obispos intentan aclarar confusiones y dar conclusiones pastorales prácticas: en las notas de Zambia (unos 3 millones de católicos, el 20% del país) y la mucho mayor Nigeria (unos 26 millones de católicos, un 13% del país) dejan claro que no habrá bendiciones de parejas del mismo sexo, que cada persona puede ir a las mismas bendiciones que el resto de los fieles y que animan a todos los pecadores a crecer en santidad con la ayuda de Dios.
El caso de Kenia: «on a personal basis», no a las relaciones
En Kenia (10 millones de católicos, el 20% del país) los obispos reformulan el documento y declaran: «Al bendecir personas no bendecimos las acciones inmorales que puedan realizar, sino que esperamos que las bendiciones y oraciones ofrecidas sobre ellos como personas humanas les impulsen a la conversión y a volver a los caminos del Señor. Por lo tanto, la petición de bendiciones es sobre una base personal, y de ninguna manera es una bendición sobre un estilo de vida o las acciones pecaminosas en sus vidas».
E insisten en hablar de reconducir los pecadores a Cristo: «El trabajo de la Iglesia es reunir a los dispersos, recuperar a los perdidos y redirigir a todos los pecadores de nuevo a la fuente de salvación y la vida eterna, que es Cristo Nuestro Salvador».
También recuerdan que la Iglesia ya hace bendiciones a todo tipo de personas, incluso «a no cristianos, que honestamente desean recibir la bendición de Dios».
Con paciencia y realismo, los obispos de Kenia señalan que «la evangelización es un viaje, y cada uno hace este viaje a su ritmo, ayudado por la gracia de Dios y la intercesión y ministerio de la Iglesia».
Los obispos de Kenia no prohíben explícitamente que se realicen bendiciones a parejas, pero dejan claro que la petición de bendiciones será «on a personal basis» (es decir, persona a persona, en base a cada persona). Y el versículo con el que inician su texto es elocuente: «Dios desea que todos los hombres se salven y lleguen a conocer su verdad» (1 Tim 2, 3-4).
Los obispos de Nigeria: «No hay posibilidad de bendecir uniones del mismo sexo»
La nota de los obispos de Nigeria escribe dos veces en cursiva la palabra «posibilidad» en la expresión «la posibilidad de bendecir personas en uniones irregulares», como sugiriendo que es una posibilidad, no un requerimiento ni obligación… así que cualquier sacerdote o conferencia episcopal puede negarse.
Entre esas uniones irregulares, detallan, «se incluyen, pero no se limitan, a los divorciados vueltos a casar cuyos matrimonios previos no están anulados, los que viven en uniones del mismo sexo, los de uniones polígamas, lo que están en concubinato, etc…»
El último párrafo es contundente:
«En conclusión, la Conferencia de Obispos de Nigeria asegura a todo el Pueblo de Dios que las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el matrimonio siguen siendo las mismas. No hay, por lo tanto, posibilidad de bendecir uniones ni actividades del mismo sexo. Iría contra la Ley de Dios, las enseñanzas de la Iglesia y las sensibilidades culturales de nuestro pueblo».
Después, los obispos nigerianos hacen algo que Fiducia Supplicans no hace, dar gracias a los que trabajan por el verdadero matrimonio: «Damos gracias a todos los sacerdotes por su acompañamiento a parejas casadas, pidiéndoles que en todo lo que hacen sigan sosteniendo el sacramento del santo matrimonio y nunca hagan nada que robe sacralidad a este sacramento».
Zambia, como Malawi: «por razones pastorales», la Declaración «no se implementará»
Zambia (iglesia mucho más pequeña y pobre que la de Nigeria y Kenia) es también más directa, y usa una argumentación similar a su vecino Malawi (también pequeño y muy pobre): por razones pastorales, la Declaración no se implementará en Zambia.
Textualmente: «Para evitar cualquier confusión y ambigüedad, y para no romper la ley de nuestro país que prohíbe las uniones y actividades del mismo sexo, la guía de la Conferencia Episcopal es que la Declaración del Dicasterio de Doctrina de la Fe del 18 de diciembre de 2023 sobre bendiciones del parejas del mismo sexo se lleve a posteriores reflexiones y no se implemente en Zambia».
Parece que según los obispos de Zambia y los de Malawi, si por razones pastorales unos obispos no quieren implementar una Declaración de Doctrina de la Fe, simplemente, no la implementan.
Ya de paso, los obispos de Zambia tienen unas palabras para «todos los implicados en uniones del mismo sexo«: les invitan a «que se embarquen en el camino de la conversión con mayor confianza en la piedad y amor de Dios, cuyos «ojos se fijan en la persona humilde y de espíritu contrito» (Isaías 66,2).
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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