15/11/2024

Cardenal Becciu: 5 años y medio de cárcel e inhabilitación perpetua por irregularidades financieras

El cardenal italiano Angelo Becciu ha sido condenado hoy a 5 años y 6 meses de cárcel por un caso de irregularidades financieras, según anunció el Tribual del Vaticano, que condenó también a otros imputados por este caso.

Becciu, de 75 años y primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, también ha sido condenado a la inhabilitación «perpetua» para ejercer cargos en la Santa Sede, según declaró el presidente de la corte, Giuseppe Pignatone, al leer la sentencia.

Un agujero en las cuentas vaticanas

El proceso indagó en los últimos dos años y medio la compra de un edificio en el centro de Londres ideada por la Secretaría de Estado vaticana cuando Becciu era su sustituto de Asuntos Generales (2011-2018), una operación especulativa que creó un agujero en las cuentas de la Santa Sede de al menos 139 millones de euros.  

Este prolongado juicio ha constado de 85 audiencias y se extendió por más de dos años y medio. Ha sido un juicio sin precedentes por la implicación del cardenal Becciu, quien fuera un estrecho asesor del Papa Francisco antes de ser destituido en septiembre de 2020.

Antes del inicio del juicio, el Papa promulgó un «motu proprio» que permitía juzgar a cardenales y obispos en tribunales ordinarios, siendo Becciu el primero en enfrentar este proceso. El cardenal Angelo Becciu ha proclamado su inocencia tanto fuera como dentro del tribunal vaticano. Ha denunciado una persecución mediática y ha afirmado que siempre actuó en beneficio de la Iglesia.

El foco central del juicio se centró en la costosa compra de un edificio en Londres, en Sloane Avenue, como parte de las actividades de inversión del Vaticano, revelando una serie de irregularidades. Esta adquisición destacó el uso poco cuidadoso del Óbolo de San Pedro, la recaudación anual de donaciones caritativas del Papa.

El Vaticano invirtió $200 millones (170 millones de euros) en un fondo que poseía el 55 % de un edificio en Chelsea, Londres. Tras conflictos financieros, el Papa nombró al cardenal George Pell para reformar las finanzas vaticanas. Sin embargo, Pell se enfrentó a una oposición y la auditoría propuesta fue cancelada. La secretaría posteriormente intercambió su participación en el fondo de Mincione y 46 millones de euros por la propiedad total del edificio en Chelsea, que tenía una hipoteca de £128 millones (149 millones de euros).

Esto provocó una investigación que resultó en acusaciones contra Becciu y otros por fraude, malversación y lavado de dinero. Finalmente, el Vaticano vendió por $225 millones (206 millones de euros) el edificio en el lujoso barrio, que había sido adquirido a un precio de $400 millones (más de 366 millones de euros) y vinculado a una hipoteca oculta.

En este caso, con un total de diez imputados, también ha sido condenado Fabrizio Tirabassi, empleado de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado vaticana, a 7 años y medio de cárcel. Por otro lado, las condenas también recayeron en los corredores financieros y mediadores de la operación inmobiliaria, acusados de lucrarse y estafar a la Santa Sede.

Enrico Crasso fue condenado a 7 años de cárcel y 10.000 euros de multa; Raffaele Mincione a 5 años y medio; Nicola Squillace a un año y diez meses de prisión; y Gianluigi Torzi a 6 años y nueve meses, todos ellos con prohibición para cargo público. El secretario del cardenal, Mauro Carlino, es el único de los diez imputados que salío absuelto del proceso.

La empresaria Cecilia Marogna, asesora de Becciu y presentada en los ambientes vaticanos como una experta en diplomacia, también ha sido condenada a 3 años y nueve meses de reclusión, con prohibición «temporal» para ejercer cargo público.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»