La influencer católica Carla Restoy ha vuelto a ser invitada en Espejo Público, la tertulia televisiva de actualidad de Antena 3 con Susana Griso y el periodista Rubén Amón, en esta ocasión para explicar su argumentación a favor de la vida y contra el aborto.
(Lea aquí el testimonio de conversión de Carla Restoy, con menciones a San Agustín y Santo Tomás).
El tema de actualidad sobre la mesa era el visto bueno del Tribunal Constitucional a la reforma del Código Penal que desde 2022 pide prisión de tres meses a un año (o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días) para quien «acosare a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad» de abortar.
En la práctica, el concepto «actos molestos» es muy amplio y jueces activistas pueden usarlo contra la libertad de expresión y de reunión, aunque resulta difícil usarlo contra grupos que rezan en silencio a cierta distancia, o con carteles sencillos, como los de la campaña de 40 días por la Vida.
Era proaborto… hasta que empezó a pensar
Carla empezó declarándose «a favor de la vida, más que en contra del aborto» y explicando que antes ella también era favorable al aborto, «hasta que empecé a pensar».
«Yo estaba súper a favor del aborto hasta que empecé a pensar y vi la verdad de lo que era», afirmó. Tras el aborto, dijo, hay «una constante manipulación del lenguaje».
Recordó que es erróneo usar la expresión «interrupción voluntaria del embarazo» porque «no es una interrupción y no es voluntaria». (Interrupción, en español, se refiere a algo que se detiene temporalmente pero se puede reanudar, como una corriente eléctrica, o una reunión: pero un aborto no permite reanudar el embarazo, porque el niño está muerto y nada le devuelve la vida).
Tampoco hay «voluntariedad» cuando la mujer recibe poca y mala información y pocas alternativas, o ninguna, o es presionada, o está asustada, o es ignorante respecto al tema.
La mujer que decide abortar «no está coaccionada por esas personas que le están ofreciendo la información verídica y real de lo que está sucediendo, sino por la propia situación durísima que están viviendo», dijo a favor de los que ofrecen ayudas y alternativas provida.
Carla Restoy en Antena 3 denuncia las falsedades del aborto y defiende el derecho a información veraz y alternativas, además del derecho a la vida.
Después quiso hablar del embrión humano, que es un pequeño ser humano en una etapa de su desarrollo. «¿Alguien puede levantar la mano y decir que esto no es una vida? Nadie. Todos los manuales de biología dicen que eso es una vida humana«.
Después comparó el aborto con otras grandes maldades masivas que se han cometido en la historia: «Como los esclavos o los judíos en el caso del holocausto. Yo creo que en un futuro nos pondremos las manos en la cabeza porque no es que estemos defendiendo a la mujer sino que estamos haciendo una violencia contra ella», añadió.
El periodista Rubén Amón le preguntó cuál debería ser la tipificación en el código penal del aborto, si es arrebatar una vida humana. Ella no propuso una fórmula penal concreta pero se reafirmó: «El asesinato de un embrión [humano] es como tal, el asesinato de una persona, de un ser humano, de una vida».
En marzo ya fue clara y valiente… y la vuelven a llamar
En marzo Carla Restoy ya participó en Espejo Público también como una voz católica respecto al anuncio del Ministerio de Sanidad de que repartirá condones entre los jóvenes (precisamente, esta semana de mayo la Ministra ha concretado que piensa dedicar 10 millones de euros a eso, ante la epidemia de infecciones de transmisión sexual debido a décadas de cultura de una promiscuidad cada vez mayor entre los jóvenes; desde 2001, la sífilis, por ejemplo, se ha multiplicado por 10 y la gonorrea por 25).
En la tertulia de marzo todos los colaboradores de Susana Griso apoyaron el reparto de condones e incluso la colaboradora Mariló Montero pidió que se entreguen a los adolescentes en las escuelas. Carla Restoy habló con coraje declarando que es «un poco ingenuo pensar que los jóvenes no usan preservativo porque es caro» y recordó que «no es una necesidad» que los jóvenes tengan relaciones sexuales. Defendió con claridad que la mejor opción para no infectarse con esas infecciones es la abstinencia o una relación basada en la fidelidad o «esperar hasta el matrimonio».
Mariló Montero y Susanna Griso mostraron su perplejidad y escándalo, pero Carla Restoy se mantuvo firme y añadió: «Me choca mucho que estemos tan obsesionados con sexualizar a los jóvenes, cuando hay otros muchos gestos de amor que se les podría enseñar y que les llevarían a una felicidad y a una madurez», declaró Carla Restoy.
Aunque luego muchas personas criticaron a Carla por redes sociales (por lo general con burlas, no con argumentos), lo cierto es que cuando Susana Griso ha necesitado una voz clara y firme para representar la postura católica no ha ido a buscar un cura, un portavoz episcopal o una asociación, sino simplemente a una católica de a pie con ideas bastante claras y exposición valiente. La claridad valiente ha logrado que se le volviera a ofrecer un micrófono.
En este vídeo de 13 minutos, Toro TV entrevista a Carla Restoy sobre su conversión:
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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