Los días 4 y 5 de octubre tendrán lugar las primeras Jornadas sobre Nuevas Tecnologías y Educación organizadas por la Fundación CLE, que dirige la doctora en Educación y Psicología Catherine L’Ecuyer, una de las voces más firmes contra la introducción de las pantallas en el sistema escolar y autora de Educar en el asombro.
El evento contará con la colaboración de la Fundación Pablo VI y de la Fundación Nemesio Diez y se celebrará en el Auditorio Pablo VI de Madrid.
Además de la propia Ecuyer, intervendrán en el congreso:
–Manfred Spitzer, director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Ulm (Alemania) y autor del bestseller Demencia Digital;
–Francisco Villar, psicólogo en el Hospital Sant Joan de Déu y autor de Cómo las pantallas devoran a nuestros hijos;
–Miguel Ángel Martínez, catedrático de Medicina Preventiva y Salud en la Universidad de Navarra;
–Mar España, directora de la Agencia Española de Protección de Datos;
–María Salmerón, pediatra en el Hospital Ruber Internacional;
–Diego Hidalgo, autor de Anestesiados y de Retomar el control y promotor del
Manifiesto Off para recuperar el control sobre la tecnología digital.
Desde la organización de las Jornadas se recuerda que las mejores escuelas de negocios y universidades a nivel mundial están empezando a liberar sus aulas del uso de dispositivos tecnológicos y que el clima de atención y seguimiento de las asignaturas mejora notablemente cuando los alumnos vuelven al uso del papel y del bolígrafo.
Sin embargo, en la enseñanza escolar los menores están sufriendo las graves consecuencias de la implantación de dispositivos electrónicos en el aula como si fuesen una herramienta educativa, a pesar de la falta de respaldo en la literatura científica. En respuesta a lo que suele ser una decisión unilateral de la dirección del centro motivada por el interés económico de las Big Tech, muchos padres se están organizando en redes sociales para defender el derecho de sus hijos a prescindir de estos dispositivos.
El congreso abordará precisamente el impacto de las nuevas tecnologías en los niños
basándose no en modas u opiniones, sino en pruebas.
[Consulta el programa de las Jornadas y título de las intervenciones.]
Así responde Catherine L’Ecuyer a la razón última de estas jornadas:
-Usted fue la primera en indicar que «la mejor preparación para el mundo on line es el mundo off line«. ¿Podría explicarnos qué significa esto?
-Claro. El mundo off line, es decir, el mundo real, es donde los niños aprenden a prestar atención, a distinguir lo que es cierto y lo que no, a discernir lo que es privado y público, a inhibir los estímulos externos. Estas cualidades son esenciales no solo para navegar en el mundo digital, sino para tener una vida plena. Si un niño no ha tenido suficiente tiempo de calidad en el mundo real, donde se conecta con la naturaleza, interactúa cara a cara con otras personas y experimenta el mundo a través de los sentidos, estará menos preparado para manejarse en el mundo on line, que es más rápido, superficial y abrumador.
-Afirma que la crisis educativa que vivimos es, en realidad, una crisis de atención. ¿A qué se refiere?
-Sí. La atención es la puerta de entrada al aprendizaje. Si un niño no puede prestar atención, no puede aprender. La crisis educativa actual, más que una falta de recursos o de tecnología, es una crisis de atención. Pocos niños saben prestar atención de manera sostenida, concentrándose en una tarea durante un periodo más prolongado de tiempo. Las escuelas y los padres deben ofrecer a los niños y jóvenes unos ambientes que fomenten la atención y minimicen las distracciones innecesarias, especialmente las que provienen de las pantallas.
-Muchas veces advierte sobre los «tecnomitos», un término que usted acuñó en un informe en el que colaboró para la Unesco. ¿De qué tratan?
-Los tecnomitos son creencias populares promovidas por intereses
comerciales de las empresas tecnológicas sobre la tecnología y su impacto en la
educación y el desarrollo infantil. Un ejemplo es la idea del «nativo digital», o que los niños «aprenderán mejor y más rápido con tecnología». Según ese mito, las personas nacidas en la era tecnológica tendrían más capacidades cognitivas con respecto a los llamados «inmigrantes digitales”. El mito del nativo digital nos hace pensar que cuanto antes introduzcamos la tecnología, mejor preparados estarán los niños para el futuro. Sin embargo, la investigación muestra lo contrario: los niños necesitan primero desarrollar las habilidades fundamentales en el mundo real, para luego poder beneficiarse de la tecnología sin padecer sus efectos perjudiciales.
Catherine L’Ecuyer explica los «tecnomitos» durante un encuentro convocado el14 de mayo de este año por el Consejo Audiovisual de Andalucía.
-Se ha debatido mucho sobre el uso de las pantallas en la infancia. Ha sido muy clara en afirmar que ningún estudio recomienda la introducción de pantallas en los primeros años de vida. ¿Cuáles son las recomendaciones actuales sobre este tema?
-Efectivamente, ningún estudio científico riguroso avala la introducción de pantallas en la primera infancia. Lo dijo la Asociación de Pediatría Canadiense en varias ocasiones. Más bien al contrario, las principales recomendaciones pediátricas sugieren la ausencia total de pantallas hasta los dos años. A partir de esa edad, también se establecen límites claros sobre el tiempo de exposición y se hace añaden recomendaciones sobre la calidad del contenido, que deber ser adecuado a cada edad, y sobre la necesidad de supervisión de un adulto. Pero no olvidemos que estas recomendaciones no son educativas, sino sanitarias. Son materia de sanidad pública y tienen el propósito de evitar interferencias negativas en el neurodesarrollo. El cerebro infantil se encuentra en pleno desarrollo y es especialmente vulnerable a los efectos negativos de la sobreexposición a las pantallas.
-¿Podría indicarnos los efectos de exponerse demasiado tiempo a una pantalla? ¿Cuáles son los riesgos más evidentes?
-La exposición prolongada a las pantallas puede tener múltiples efectos negativos en los niños. Hay estudios que indican que afecta a la atención y a la capacidad de concentración. Los niños que pasan mucho tiempo frente a una pantalla tienden a tener más dificultades para enfocarse en tareas que requieren atención sostenida. Además, el exceso del tiempo de pantalla se relaciona con problemas de adicción, hiperactividad, disminución del vocabulario, entre otros. Los niños se desarrollan a partir de las experiencias sensoriales y de la interacción personal. Debemos proporcionarles alternativas en las que puedan conectar con una mirada, una sonrisa, y en definitiva, el mundo que les rodea, el mundo real.
-Usted ha participado en el Manifiesto Off, que pide repensar la digitalización de las aulas. En 2015, usted dijo que la digitalización de las aulas era un error del que nos arrepentiríamos. ¿Sigue pensando lo mismo?
-Ocho años después, sigue sin haber evidencias que avalen las tabletas como método educativo. El peso de la prueba descansa en las tecnológicas que las venden como herramienta educativa. Deben probar que esos dispositivos aportan beneficios para el aprendizaje, y que no conllevan efectos perjudiciales. ¿Dónde está la evidencia de esa doble prueba? Por ello, Diego Hidalgo decidió liderar la iniciativa del Manifiesto, y acepté ayudarle a dar contenido al texto, para dar voz a miles de padres que no la tienen.
-Para terminar, dentro de poco tendrán lugar en Madrid las primeras Jornadas sobre Nuevas Tecnologías y Educación, organizadas por la Fundación CLE. Como directora de la Fundación y principal promotora de estas Jornadas, ¿qué se pretende ofrecer con ellas?
-Actualmente vivimos en un momento de mucha confusión en el ámbito educativo. Hay numerosas tendencias y nuevas metodologías supuestamente innovadoras que prometen futuros brillantes para nuestros hijos. Estas Jornadas lo que pretenden es reunir a algunos de los mayores expertos sobre la influencia de las nuevas tecnologías en la infancia y adolescencia para esclarecer las dudas de los padres. Los ponentes hablarán de las implicaciones del uso de las tecnologías, siempre desde un punto de vista fundamentado en la investigación científica. Los ponentes que invitamos no están vinculados con la industria tecnológica. Algunos de ellos son psiquiatras y psicólogos, como el doctor Manfred Spitzer, el doctor Miguel Ángel Martínez, la doctora María Salmerón o el doctor Francisco Villar, que observan a diario los efectos de la sobreexposición a las pantallas en sus consultas.
Para mayor información sobre las Jornadas sobre Nuevas Tecnologías y Educación:
administracion@fundacioncle.org
635 06 04 14
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