Como sheriff en Kansas y agente encubierto de la Kansas Bureau of Investigation (similar a una división estatal del FBI), Currie Myers es consciente de hasta dónde puede llegar la maldad y el crimen. Recuerda un día, pasar por un comprador de droga, cuando los narcotraficantes le dejaron solo con su hijo de tres años. “No tenían ni idea de que era un agente federal, ni de si lo cuidaría o lo haría daño”, relata Myers sorprendido en el blog de St Michael’s Group.
]]> PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Qué pasa en la Iglesia. Nº 76
Que Cristo sea rey del verano: 4 retos para hombres que buscan liderar sirviendo y vencer la pereza
Poseída, una voz ordenaba que le dieran palizas por las noches: «Le pedí llorando que me perdonara»