Francisco recibió este lunes al obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, con quien despachó «temas de interés diocesano», según la nota difundida por el obispado.
El prelado regaló al Papa una tarta de Monzón elaborada por las Hermanas Pobres de Santa Clara y los conocidos como Cordones de la Victoria, inspirados en el ajuar funerario del obispo San Ramón, de cuya muerte se cumplirán 900 años en 2026.
El texto de los Cordones de la Victoria proceden de la casulla con la que fue enterrado San Ramón, el registro epigráfico más extenso de los tejidos medievales hispanos. Contienen un mensaje de victoria (alusivo a la dura vida del santo) en árabe -izquierdo- y japonés -derecho-, para ayudar al desarrollo cognitivo de quien los usa, relacionando el sentido de la escritura de cada lengua con el pie correcto de cada zapatilla.
La visita de monseñor Pérez se produce diez días después de que el Papa nombrase un comisario pontificio «plenipotenciario» –Alejandro Arellano, decano de la Rota Romana- como «delegado de la Santa Sede» para la resolución del contencioso entre la diócesis y el Opus Dei por el santuario de Torreciudad, que celebrará en 2025 el cincuentenario del actual templo.
Fue, en efecto, inaugurado el 7 de julio de 1975, apenas unos días después del fallecimiento de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador de la Obra e inspirador de la construcción del santuario.
Historia de la construcción del actual santuario de Torreciudad.
Con doscientos mil visitantes al año, es el tercer destino turístico más visitado en Aragón, después de la Basílica del Pilar en Zaragoza y el Parque Natural de Ordesa en los Pirineos.
El Opus Dei y el obispado de Barbastro firmaron un contrato en 1962 para la gestión del templo. Desde hace dos años hay un conflicto sobre cómo renovar la relación entre Torreciudad y la diócesis desde el punto de vista canónico y pastoral, conflicto que estalló con el nombramiento unilateral del nuevo rector por parte del obispo en julio de 2023.
Antes de verano de 2024 parecía que las posiciones se acercaban, pero al final no se consiguió un pacto, entre acusaciones cruzadas de «falta de disposición al acuerdo» y «campaña difamatoria«. El obispo acudió entonces a la Santa Sede para la resolución del problema, y el de este lunes es el primer contacto público del obispo de Barbastro con Francisco desde entonces.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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