Una cristiana convertida del islam, que había sido bautizada en una iglesia evangélica de Malasia, país al que se había trasladado temporalmente, ha sido condenada a dos años de prisión a su regreso a Irán por actuar «contra la seguridad nacional». La acusación se basaba en los supuestos vínculos de Laleh Saati, de 45 años, con «organizaciones cristianas sionistas».
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