«No puede haber víctimas de primera y de segunda» porque se produciría una comparación «aleatoria y perniciosa», en referencia a que aquellas que han sufrido agresiones sexuales en el ámbito familiar, deportivo o escolar ajenos a la Iglesia, se quedarían fuera de estas ayudas.
More Stories
¿Mas allá?
Influencers, chicas duras y movimientos eclesiales, en un Congreso CyVP sin políticos
Munilla alerta del «regalo envenenado» que son los móviles: su diócesis actuará junto a las familias