Hemeroteca Laus DEo02/09/2019 @ 17:01
Postrado a Vuestros pies, y humillado por mis pecados, con plena confianza acudo a Vos, ¡O María! Os ruego aceptar las peticiónes que mi corazón Os viene a presentar para los últimos momentos de mi vida. Madre querida, deseo pedir Vuestra protección y maternal amor a fin de que, al instante decisivo, hagáis todo cuanto Vuestro amor os sugiera en mi favor.
A Vos, O Madre de mi alma, consagro LAS DOS HORAS PASADAS de mi vida. Apresuraos a mi lado, y recibid mi último suspiro. Y cuando la muerte haya destrozado el hilo de mis días, presentad mi alma a Jesús, diciéndole:»YO LO AMO». Esa única palabra Vuestra bastará para asegurarme la bendición de Dios y la dicha de contemplaros por toda la eternidad.
¡O Madre y Esperanza mía! En Vos confío. Y mi confianza no será en vano.
¡O María! ¡Rogad por Vuestro hijo y conducidle a Jesús!
Amén.
Abandonar a la Madre es un solo paso de abandonar al Hijo.
More Stories
PUBLICADO POR LA BAC:’Sus heridas nos han curado’, prolonga los frutos del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón
¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?
Preferir lo inmediato a lo justo: Predicación Cardenal Raniero Cantalemessa