20/11/2024

Del Camino Neocatecumenal, con cáncer avanzado, se ordena diácono permanente en un hospital de Roma

«Esta tarde, Sergio, uno de nuestros queridos pacientes, ha podido cumplir su sueño de morir como San Francisco, como diácono. Recibió la dispensa del Papa –hacía tiempo que se preparaba para el diaconado, pero la enfermedad se lo había impedido– y fue ordenado diácono en la capilla del policlínico de Roma por el obispo Paolo Ricciardi. Una ceremonia emotiva. El Campus ha vivido otro día especial», comentó Robin Weatherill, capellán del Campus Biomédico de Roma, en un mensaje de texto, del que se hace eco el portal Avvenire.

Catequista durante 45 años

Sergio Della Lena es un maestro romano de unos sesenta años, catequista y miembro del Camino Neocatecumenal. Cuando se preparaba para convertirse en diácono permanente, el cáncer que padecía progresó rápidamente y le impidió ordenarse, aunque, gracias a Dios, solo por un tiempo.   

De izquierda a derecha: Sergio, un sacerdote del Camino, y la mujer de Sergio.

«Hace pocos días llegó la noticia de la dispensa. Monseñor Ricciardi, obispo auxiliar de la zona este de Roma, me llamó y acordamos los detalles del rito. El deseo de Sergio era recibir el diaconado en este lugar donde peregrina en el sufrimiento«, comenta Robin, que explica que en la celebración estuvieron presentes sus dos hijos, que son profesores, y sus dos hijas, enfermeras en el hospital Bambino Gesù, además de todos sus nietos.

Casado con Imma desde hace más de cuarenta años y catequista desde hace 45, Sergio conoció el Camino Neocatecumenal cuando era joven. Con gran celo siempre por anunciar el Evangelio, no ha dudado en proponer iniciativas en este sentido desde su parroquia romana de Santa María Madre de la Misericordia, por ejemplo, una página de Facebook con motivo de la evangelización del Camino en las plazas durante los domingos del tiempo de Pascua. 

En una de sus últimas publicaciones de Facebook, por su cumpleaños, Sergio escribe: «Gracias a todos por los buenos deseos de cumpleaños a los que desafortunadamente no respondí como de costumbre, hoy apenas puedo escribir estas líneas debido al tumor que se ha propagado considerablemente. Haciendo copia y pega de la bendición de San Francisco al hermano León, pido uno a uno por vosotros: ‘El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su faz y tenga misericordia de ti. Vuelva su rostro a ti y te dé la paz’. Los mejores deseos para todos en esta Pascua, un momento favorable para conocer al Señor Resucitado«.

Sergio, con jersey gris, junto al Papa San Juan Pablo II en una celebración del Camino.

Gesto profundo y poco común

Para el capellán del hospital se trata de la primera ordenación de estas características que presencia. Sin embargo, «en 14 años como capellán he visto muchas cosas». «Tenemos en la capilla una reliquia de San Juan Pablo II. Hace unos años, en el aniversario de la muerte del Papa, vi a un hombre arrodillado frente a la reliquia, llorando. Cuando se levantó, lo invité a sentarse a mi lado. Me dijo: ‘Me conmovió la reliquia, porque el día de su muerte yo renací’«, relata Robin.

«Le pregunté qué quería decir exactamente. Y me explicó que el 2 de abril de 2005 sintió la necesidad de ir a la Plaza de San Pedro, donde escuchó el anuncio de la muerte del Papa. A su lado estaba un sacerdote polaco, vestido con sotana: impulsivamente le preguntó si podía confesarse. No se había confesado durante décadas. Y desde ese momento su vida cambió», añade. 

La ordenación de diácono de Sergio Della Lena, recuerda a la toma de hábito, como carmelita y en articulo mortis, del joven español Fray Pablo de la Cruz, hace ahora casi un año. Semanas después fallecía a causa del agresivo cáncer que padecía. Puedes leer aquí cómo fue su ingreso en el Carmelo. 

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»