17/11/2024

Diaconisas, indígenas, no nacidos, celibato, género… 13 conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad

Durante la noche de este sábado concluyeron los trabajos de la primera fase del Sínodo de la Sinodalidad, que fue clausurado por el Papa Francisco con una misa en la mañana de este domingo.

Como parte de la clausura, el Informe de Síntesis (aquí completo en italiano) que recoge las conclusiones del sínodo fue aprobado por práctica unanimidad de los presentes con derecho a voto: aunque en un principio eran 365 miembros con esta premisa, fueron 344 los que votaron de forma definitiva, después de que cardenales como Ludwig Müller y Pierbattista Pizzaballa o los obispos Yao Shun o Yang Yonquiang se retirasen a lo largo del proceso.

El documento aprobado, el Informe de Síntesis, aborda multitud de temáticas esperadas como la sinodalidad, la misión, la pobreza y los migrantes, el papel de la mujer y los laicos en la Iglesia, los abusos, la reestructuración de la administración eclesial o el clericalismo. Algunos de ellos suscitaron polémica desde momentos previos al sínodo, como pudieron ser el diaconado femenino o el debate climático: si bien carecen de conclusiones definitivas, salpican el texto definitivo en varias ocasiones.

Destacamos algunos de los aspectos centrales del documento y sus conclusiones:

1º La sinodalidad, un término «desconocido» y resistido

Vatican News destaca primeramente que entre los primeros puntos del documento se admite que el mismo término de «sinodalidad» no solo es «desconocido para muchos», sino que también «suscita confusión y preocupación en algunos».

«Sinodal y sinodalidad son, en cambio, términos que «indican un modo de ser Iglesia que articula comunión, misión y participación» y que «no puede prescindir de sus voces». Por ello, se destaca la necesidad de «comprender las razones de la resistencia a la sinodalidad«, especialmente de cara al futuro y la segunda fase del sínodo en octubre de 2024.

2º Un lenguaje litúrgico más accesible y «encarnado» en la diversidad

Según se desprende del documento, se muestra una «necesidad» que «las comunidades cristianas compartan la fraternidad con hombres y mujeres de otras religiones, convicciones y culturas, evitando, por un lado, el riesgo de la autorreferencialidad y la autopreservación y, por otro, el de la pérdida de identidad» (2 e). En este nuevo «estilo pastoral», parece importante para muchos hacer «el lenguaje litúrgico más accesible a los fieles y más encarnado en la diversidad de las culturas» (3 l).

3º Por los pobres, en sentido amplio: desde el no nacido hasta el indígena

Uno de los temas centrales del documento es el de la pobreza y los descartados, categoría que para la Iglesia es teológica «antes que cultural, sociológica, política o filosófica». A la hora de definir la pobreza, no se limita el término a la población con escasos recursos, sino que también se identifica como tal «a los migrantes, los indígenas, las víctimas de la violencia, los abusos (especialmente las mujeres), el racismo y la trata, las personas con adicciones, las minorías, los ancianos abandonados, los trabajadores explotados».

El documento tiene también claras connotaciones en defensa de la vida, pues también se incluye en esta categoría a «los más vulnerables entre los vulnerables, los niños en el vientre materno y sus madres», siendo «necesaria una defensa constante» sobre  estos.

Miembros del sínodo, con el Papa Francisco. 

4º Promoción de la mujer y «conversión» frente al abuso

El de la mujer fue otro de los temas centrales que se trataron en la primera fase del sínodo. El informe de síntesis, partiendo de la base de que «en Cristo, mujer y hombre están revestidos de la misma dignidad bautismal», llama a una «comunión caracterizada por una corresponsabilidad no competitiva» que «debe encarnarse en todos los niveles de la vida de la Iglesia». Así, entre otros aspectos, los firmantes «piden a la Iglesia que crezca en el compromiso de comprender y acompañar a las mujeres» desde lo pastoral y sacramental.

Considerando que a menudo «constituyen la mayoría de quienes asisten a las iglesias» o que «son las primeras misioneras de la fe en la familia», el documento insta a que el «acompañamiento y promoción decisiva de las mujeres» deben ir de la mano.

El sínodo también habló de «una Iglesia que duele» debido a un «clericalismo, machismo y uso inadecuado de la autoridad que continúan desfigurando el rostro de la Iglesia». En este sentido, los firmantes destacan la «necesidad de una profunda conversión espiritual» que aborde el «abuso sexual y el abuso de poder», así como de una «renovación de relaciones y cambios estructurales» para «mejorar la participación y contribución de todos».    

5º Mayor liderazgo femenino: a la espera la sentencia sobre las «diaconisas»

Se aprobó también la necesidad de «garantizar que las mujeres puedan participar en procesos de toma de decisiones, liderazgo y responsabilidad -pastoral, enseñanza en seminarios, procesos canónicos-«, si bien el acceso al diaconado de mujeres forma parte de un debate «conectado a la reflexión más amplia sobre la teología del diaconado».

Los «padres y madres» del Sínodo piden continuar «la investigación teológica y pastoral sobre el acceso de las mujeres al diaconado«, utilizando los resultados de las comisiones especialmente creadas por el Papa y las investigaciones teológicas, históricas y exegéticas ya realizadas: «Si es posible, los resultados deberían presentarse en la próxima Sesión de la Asamblea» (9 n), recoge Vatican News.

6º Retomar la cuestión de celibato: «Valor profético y conformación a Cristo»

Se mencionó el tema del celibato, que suscitó distintas valoraciones durante la asamblea. «Todos -se lee en el Informe final- aprecian su valor profético y el testimonio de conformación a Cristo; algunos se preguntan si su adecuación teológica con el ministerio presbiteral debe traducirse necesariamente en la Iglesia latina en una obligación disciplinar, sobre todo allí donde los contextos eclesiales y culturales lo hacen más difícil. No se trata de un tema nuevo, que requiere ser retomado«.

Congregación General del Sínodo en el aula Pablo VI del Vaticano. 

7º Más y mejor formación afectivo sexual, especialmente a jóvenes con vocación

El Informe recomienda también «profundizar en el tema de la educación afectiva y sexual, acompañar a los jóvenes en su camino de crecimiento y apoyar la maduración afectiva de los llamados al celibato y a la castidad consagrada» (14 g).

8º Género, final de la vida o Inteligencia Artificial: «Es importante tomarse tiempo»

Se encomienda que este «profundizar» vaya de la mano con un «diálogo con las ciencias humanas» (14 h) para desarrollar «cuestiones controvertidas incluso dentro de la Iglesia» (15 b), que «plantean nuevos interrogantes» para la Iglesia (15g) por lo que «es importante tomarse tomarse el tiempo necesario para esta reflexión e invertir en ella las mejores energías». Se pide, eso sí, hacerlo «sin ceder a juicios simplificadores que dañan a las personas y al Cuerpo de la Iglesia», y recordando que «muchas indicaciones son ya ofrecidas por el Magisterio y esperan ser traducidas en iniciativas pastorales adecuadas».

Entre estas «cuestiones controvertidas se mencionan las «relacionadas con la identidad de género y la orientación sexual, el final de la vida, las situaciones matrimoniales difíciles y los problemas éticos relacionados con la inteligencia artificial».

9º Escucha a quienes se sienten «marginados» por su «situación o identidad»

Se renueva la invitación a una escucha «auténtica» de «las personas que se sienten marginadas o excluidas de la Iglesia, a causa de su situación conyugal, su identidad y su sexualidad» y que «piden ser escuchadas y acompañadas, y que se defienda su dignidad». Su deseo es «volver a casa», a la Iglesia, y «ser escuchados y respetados, sin miedo a sentirse juzgados«, afirma la Asamblea, reafirmando que «los cristianos no pueden faltar al respeto a la dignidad de ninguna persona» (16 h).

10º Migrantes: «Acogida abierta» y «reconocer errores cometidos»

El documento también presta atención a los migrantes, «muchos de los cuales cargan con las heridas del desarraigo, la guerra y la violencia» y que «se convierten en una fuente de renovación y enriquecimiento para las comunidades que los acogen y en una oportunidad para establecer un vínculo directo con Iglesias geográficamente distantes» (5d).

El Sínodo también invita «a practicar una acogida abierta, a acompañarles en la construcción de un nuevo proyecto de vida y a edificar una verdadera comunión intercultural entre los pueblos«.

En este sentido, se llama también al «respeto de las tradiciones litúrgicas y de las prácticas religiosas«, así como del lenguaje.

Como ejemplo, el documento del sínodo recoge que palabras como «misión», en aquellos contextos en los que «el anuncio del Evangelio ha estado asociado a la colonización e incluso al genocidio», implica «un doloroso legado histórico» y dificulta la comunión (5 e): «Evangelizar en estos contextos exige reconocer los errores cometidos, aprender una nueva sensibilidad ante estas cuestiones».

11º «Combatir el racismo y la xenofobia»

En este sentido, el documento llama a potenciar «la educación para una cultura del diálogo y del encuentro, combatiendo el racismo y la xenofobia, especialmente en los programas de formación pastoral» (5 p). También a «identificar los sistemas que crean o mantienen la injusticia racial dentro de la Iglesia y combatirlos» (5 q).

12º «Arrepentimiento y sanación» para avanzar en ecumenismo

En cuanto al ecumenismo, habla de una «renovación espiritual» que requiere «procesos de arrepentimiento» y de «sanación de la memoria» (7c); luego cita la expresión del Papa de un «ecumenismo de la sangre», es decir, «cristianos de distintas filiaciones que juntos dan su vida por la fe en Cristo» (7d) y relanza la propuesta de un martirologio ecuménico (7o). El Informe reitera también que «la colaboración entre todos los cristianos» es un recurso «para sanar la cultura del odio, la división y la guerra que enfrenta a grupos, pueblos y naciones». No olvida la cuestión de los llamados matrimonios mixtos, que son realidades en las que «podemos evangelizarnos mutuamente» (7 f).

13º Poligamia: acompañamiento y discernimiento

A la luz de las experiencias relatadas en la asamblea por algunos miembros del Sínodo procedentes de África, se anima al SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar) a promover «un discernimiento teológico y pastoral» sobre la cuestión de la poligamia y «el acompañamiento de las personas en uniones polígamas que se acercan a la fe» (16 q)

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»