27/11/2024

Dilexit Nos, encíclica al Sagrado Corazón «del que nace todo»: camino de acogida mutua y de perdón

La Santa Sede publicó este jueves 24 de octubre Dilexit Nos, la cuarta encíclica del Pontificado del Papa Francisco. Bruno Forte, teólogo y arzobispo de Chieti-Vasto, y la hermana Antonella Fraccaro, responsable general de las Discípulas del Evangelio, fueron los encargados de presentar este texto sobre el Sagrado Corazón de Jesús.

Puedes leer aquí el texto íntegro de la encíclica. 

Esta encíclica «expresa de una manera profunda el corazón que inspira todo el magisterio del Papa Francisco«, comenzó diciendo Forte, ante los numerosos medios congregados en la sala de prensa del Vaticano. El arzobispo señaló que, muchas veces, se ha entendido esta devoción «como algo sentimental, pero el Papa demuestra que esto tiene una sólida fundación teológica». Puedes leer aquí el análisis a la encíclica del padre Alsina. 

Y, por ello, el primer punto que analizó Forte fue la importancia misma del corazón, «en la Biblia, el corazón significa el centro unificador de la persona, todo se juega en el corazón», por lo que, «es importante volver al corazón, porque une los fragmentos de la vida vivida, realizando la armonía de toda la persona. El Papa cita el ejemplo de la Virgen María, ‘que guardaba todas estas cosas en su corazón’. Si no se sabe mirar con el corazón significa que los corazones son áridos». 

Para el arzobispo, es importante recordar que el Papa «destaca que la devoción al Sagrado Corazón no es algo separado de la persona de Jesús. Lo que contemplamos en el Sagrado Corazón es al hijo de Dios hecho hombre, nos habla de un Dios que vino entre nosotros para compartir su historia». En el texto de Francisco –recordó Forte– se menciona a grandes santos como Juan Pablo II o Carlos de Foucauld, pero, también, se cita al jansenismo, contraponiendo su defensa del mérito al mensaje de Cristo, «que pone en el centro el amor». 

Del Corazón de Jesús nace todo

El arzobispo también expresó que «volver al Corazón de Cristo es tener algo que decir en este mundo afectado por las guerras. El servicio que le podemos dar a esta encíclica es que no es un refugio íntimo espiritual sino que es la propuesta del Evangelio, que propone un camino de acogida mutua y de perdón». 

Bruno Forte se preguntó que «¿quién no necesita del amor de Cristo?, de ser consolado, no para huir de nuestras responsabilidades sino para vivir de forma más audaz con una mayor conciencia y responsabilidad la propia historia». «Estamos llamados a construir una nueva civilización del amor, la reparación cristiana no puede entenderse como un conjunto de obras externas, la misión es una cuestión de amor, el misionero o está enamorado o no puede anunciar. De este encuentro de amor con el Corazón de Jesús nace todo», aseguró.

«Volver al Corazón de Cristo es tener algo que decir en este mundo afectado por las guerras», dijo el arzobispo Bruno Forte en la rueda de prensa.

Antes de terminar su turno de palabra, el arzobispo comentó que «el Papa Francisco quiere decir a toda la humanidad que ‘Dios te ama’, y lo ha manifestado de la manera más luminosa que es la historia de Jesús de Nazaret». 

Integrar razón y corazón

Por su parte, la hermana Antonella Fraccaro, responsable general de las Discípulas del Evangelio, expresó que en esta encíclica «el Papa nos recuerda que yo soy mi corazón, y, por tanto, es decisivo que todas las acciones de mi vida estén puestas bajo el dominio político del corazón. Es una expresión muy bella, que estén regidas por el centro de mi ser».

«Esto nos invita a considerar más el corazón y tomar conciencia de las contradicciones y fragilidades que lo habitan. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social, edificar entre nosotros el reino de la justicia, como sugiere Carlos de Foucauld. Tenemos un solo corazón y cuanto más cálido sea para todos los hombres, más cálido será para nuestra familia y para Dios», expresó la religiosa.

Para Fraccaro, «el Papa advierte de no perder el corazón ante la indiferencia más generalizada, un peligro del que protegernos, y, por eso, «el mismo Jesús no oculta sus sentimientos y eso nos hace sentirlo muy cerca». 

Ya en el turno de preguntas, sobre si la encíclica supone un cambio de paradigma, el arzobispo Forte expresó que «lejos de ser intimista, la devoción al Sagrado Corazón, es una experiencia del amor revelada en Cristo, que se hace historia, carne, al lado de los últimos. Supera el intimísimo y eso me parece muy fuerte. Lo que nos revela el Papa en esta encíclica es un manantial profundo de todo su magisterio, el amor a Cristo es lo que quiere recordar la Iglesia al mundo». 

Además, Forte recuerda que «el ser humano no se puede reducir a la racionalidad, al positivismo, hay una dimensión más profunda de todo que es el corazón, la dimensión afectiva, sentimental de la vida. En otras palabras, una visión antropológica integral. Antes se reducía al hombre a una dimensión funcional y materialista, pero, la visión del Papa es volver a mirar al hombre en su totalidad, lo que expresa su mente y también su corazón. La novedad de esta encíclica es esta integridad».

Puedes escuchar aquí de forma íntegra la rueda de prensa sobre Dilexit Nos.

Llegando al final de la rueda de prensa, el arzobispo destacó que «el jansenismo mira con sospecha todo lo que tenga que ver con el sentimiento y la emotividad de las personas, es un no a todo lo que no sea racional y previsible. Pero, el Papa destaca que no es suficiente un cálculo para cambiar el mundo sino que hay una dimensión más humana y más profunda. Que hay que estar en el umbral, que hay que aceptar ser desafiados». 

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»