22/12/2024

Eduardo Toraño: «Lo mejor de «Nefarious» es que desenmascara mentiras repetidas en nuestra sociedad»

La película Nefarious ya está en los cines españoles (ver aquí la lista de cines y lugares). Es la historia de un preso que pide ver a un psiquiatra y dice ser un demonio. El doctor Martin, ateo, y el preso Edward (o Nefarious, si creemos que es un demonio) hablan del mal, la sociedad, Dios

En ReL hemos querido comentar la película con Eduardo Toraño, que es director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de San Dámaso (Madrid), doctor en Teología Dogmática, profesor de Antropología Teológica, asesor espiritual de la Renovación Carismática Católica en España y tiene además diez años de experiencia como exorcista en Madrid.

Ha visto la película, le encuentra cosas educativas y otras que más bien despistan.

-En la película, Edward declara ser un demonio que se llama «Nefarious» o «Nefariamus». Parece raro que anuncie su nombre, porque en la vida real muchos exorcistas dicen que hay que conseguir el nombre para poder expulsarlo.

-Yo creo que en la película el demonio se presenta con un nombre simplemente para darle prestancia.

»El actual ritual de exorcismos no pregunta el nombre del demonio. El anterior, en latín, que se usó muchos siglos, sí le preguntaba el nombre y se dirigía al demonio por ese nombre. Pero el demonio es mentiroso y puede darte nombres falsos. En muchos casos, un exorcista no se fiará de esos nombres. Puede quizá fiarse, por ejemplo, si ya el demonio está sometido al exorcista.

»Otras veces, al poseso, a la persona afectada, le viene a la mente un nombre insistentemente, y puede que sea el del demonio implicado. Si le vienen varios nombres, pueden ser los de los demonios que le afectan. Pero nada de esto es cien por cien seguro, es parte del misterio.

»A veces hay exorcistas que insisten en imprecar para descubrir el número y los nombres de los demonios, y la persona afectada se obsesiona con eso. Yo creo que no es imprescindible: para liberar, lo esencial es que, además de la ayuda del exorcista, la persona haga un proceso de vida cristiana.

Eduardo Toraño es teólogo y ha sido exorcista durante diez años.

-Edward en la película habla de una cosa llamada «subyugación», más fuerte que la posesión, y define posesión como «una entidad malévola que controla los pensamientos y las acciones de una persona»…

-Eso que llaman ahí subyugación, no es así. No se da eso de que la persona sea marioneta del demonio. El hombre no es marioneta ni de Dios, así que no puede serlo tampoco del diablo. En la vida real no hay asesinatos cometidos «por control» del demonio. El demonio no tiene esa capacidad.

»La voluntad libre del hombre es inexpugnable. Lo que sí puede hacer un demonio es tomar en algunos momentos concretos ámbitos psicofísicos en momentos concretos en que la persona no tiene control sobre su cuerpo, siempre bajo la permisión divina. Dios no va a permitir que lo use para asesinar. Otra cosa es que en un arrebato de ira -con o sin demonio-una persona golpee o empuje a alguien y le dañe o le mate. Pero el pecado es, por definición, consecuencia de actos deliberados y voluntarios.

-Eso que dice el filme, que cuando Edward muera irá al infierno…

-Nada. Si los actos de la persona no son conscientes y voluntarios, no son pecaminosos. El demonio sólo posee el cuerpo, y tras la muerte llega el Juicio, y no se va uno al infierno por actos de los que no has sido sujeto moral. El demonio no «posee» el alma, no es su dueño. Incluso si alguien hiciera un pacto de sangre o un pacto deliberado con Satanás, siempre sería reversible, siempre puede arrepentirse y volver a Dios. Eso de la subyugación no existe.

-Nefarious dice, en una de sus frases más terribles: «No puedo poseer así como así. Necesitamos una serie de síes. Ofrecemos una serie de tentaciones que aumentan gradualmente en duración e intensidad».

-Está bien, pero eso no describe la posesión, sino la acción ordinaria, habitual, del demonio tentando. Sufrir tentaciones no significa que estés poseído. Muchísima gente vive en pecado, cediendo ante las tentaciones, y no está poseída. Y hay personas posesas que viven en gracia, no pecan.

»Una cosa buena de esta película es que nos muestra que el psiquiatra, que cree estar bien, en realidad está muy metido en el engaño y el pecado, en pecados graves. La película nos enseña como funciona el engaño en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, camuflando lo que es el aborto, con otras palabras. A través del engaño del demonio y del mal que hacen los hombres se genera toda una cultura, en este caso esa cultura de muerte, aborto, eutanasia

-Nefarious también dice que la falta de bautismo permite trabajar mejor a los demonios…

-En el bautismo hay un exorcismo menor. Se hace con el óleo de catecúmenos en los bebés y con varios textos en el caso de los catecúmenos adultos. Hay tres cosas que protegen al bautizado: el exorcismo menor, la misma gracia santificante del bautismo, que lava el pecado original, y luego el sello del Espíritu Santo.

-Pero ¿qué pasa cuando un no bautizado acude a un exorcista y se constata que hay acción demoníaca?

-Cuando reciben personas sin bautizar, los exorcistas les hacen las oraciones de exorcismo, aunque son oraciones pensadas para bautizados. Pero les animan a empezar el catecumenado, la iniciación cristiana. Una persona que yo atendí, que venía de lejos de la Iglesia, hoy es de confesión frecuente, eucaristía diaria, perseverante en la fe…

-La película menciona específicamente «una tabla ouija, el regalo de la abuela». También en la película clásica de El exorcista sale. ¿Por qué es tan peligrosa?

-Porque es invocar espíritus, abrir una puerta. Ya es un ámbito distinto a la acción ordinaria del demonio. Con esa invocación, te arriesgas a abrir el ámbito de acción extraordinaria.

-Nefarious también habla de «un cambio paulatino, los que están alrededor no notan los cambios…»

-Lo paulatino es lo que pasa en la tentación ordinaria. Pero en la posesión muchas personas pueden señalar claramente un antes y un después: «En tal momento empecé a notar cosas, todo empezó después de hacer tal cosa…» Incluso en la película, el doctor Martin hace una invitación, y a partir de ahí empieza a oír voces.

-Nefarious dice que los hombres son muñecos que su Amo regala para jugar…

-Sabemos que en los demonios hay jerarquías, que mantienen la jerarquía angélica previa a la Caída. En la mente de los demonios hay una ambivalencia: por un lado, saben que tienen inteligencia de espíritu puro, más inteligencia que los hombres, y se consideran superiores; pero también ven que el hombre es imagen e hijo de Dios, y de una dignidad superior a la de los ángeles porque Dios se hizo hombre, no ángel. El hombre no es un muñeco del demonio, pero puede caer en el engaño y el pecado, sea por ignorancia, o por ansia de poder, por soberbia o avaricia. Hay personas que pueden buscar al demonio buscando salud o riqueza.

El doctor Martin (Jordan Belfi) es el antagonista de Edward/Nefarious (Sean Patrick Flanery), a quien se dirige en esta escena. El médico es la viva representación de la sociedad actual.

-¿Qué nos dice el personaje del doctor James Martin?

-Representa al hombre actual, postmoderno, ateo, cientifista, que cree que no necesita trascendencia, que lo tiene todo controlado. En realidad no es un hombre feliz, su vida está rota. El demonio ya ha actuado de forma ordinaria en él, logrando lo que el demonio busca: romper familias, dividir a los hombres

-¿Qué nos dice del cura de la película?

-Muestran a un sacerdote que o no cree en el demonio o no cree en su acción, y lo reduce todo al ámbito psicológico. Es verdad que hay gente así entre los cristianos y también entre el clero.

-Hay escenas en que Edward se autolesiona, se rompe un dedo…

No es frecuente, pero los poseídos alguna vez sí pueden hacerse autolesiones, en el trance, o fuera de él. Eso puede ser.

-La película tiene crítica social. «Hay más trabajo esclavo hoy que en la cúspide del Imperio Romano, la mitad esclavos sexuales», dice Nefarious…

-Claro, los hombres a menudo usamos mal nuestra libertad. Hay cosas que no vienen del demonio directamente sino del pecado personal y social de los hombres. El aborto y la eutanasia, por ejemplo, es hoy una estructura de pecado, toda una ideología, ya no es solo pecado personal.

-¿Hay peligro de que haya cristianos que, en vez de asociarse para mejorar el mundo, digan «como es cosa del demonio, que lo arregle el exorcista con agua bendita»?

-El exorcista, con su trabajo espiritual, ayuda, da un apoyo, pero la persona afectada ha de tomar la decisión de entregarse a Dios, y eso incluye colaborar con la obra creadora de Dios, ayudando con su trabajo personal y social y con su entrega caritativa. Es parte de la vida cristiana.

-¿Qué le parece el final de la película?

-Es algo que sucede en la vida real: a pesar de los sufrimientos, hay gente que descubre a Dios en lo sobrenatural.

-¿Qué es lo que más le gusta de esta película?

-Lo mejor es que desenmascara las mentiras repetidas en las que vivimos en nuestra sociedad. Cosas que intentan hacernos pasar por normales, pero que son malas. Lo curioso o paradójico de la película es que quien nos muestra la verdad ¡es un demonio!

[Pincha aquí para saber en qué ciudades y salas ver ‘Nefarious’.]

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»