17/11/2024

El cardenal Pizzaballa, en Jerusalén, tranquiliza sobre los cristianos de Gaza: «Todos están bien»

Pierbattista Pizzaballa, arzobispo y patriarca latino de Jerusalén, acaba de llegar a su residencia desde Roma, donde fue creado cardenal en el consistorio del 30 de septiembre. Su regreso a Tierra Santa se ha visto ensombrecido por la oleada de ataques y agresiones entre Israel y Gaza, que desde su nuevo estallido el 7 de octubre ya dejan cerca de 2000 muertes y 8000 heridos.

Un conflicto al que el Papa Francisco aludió en su audiencia de este miércoles. Tras su catequesis, aseguró dedicar sus oraciones por las familias y víctimas e hizo un llamamiento por la liberación inmediata de los secuestrados.

Aunque expresó que «defenderse es un derecho de quien es atacado», expresó su preocupación «por el asedio total en el que viven los palestinos en Gaza, donde también ha habido muchas víctimas inocentes». Antes de concluir, subrayó que Oriente Medio «no necesita guerra, sino paz construida en la justicia, en el diálogo y en la valentía de la fraternidad».

Un llamamiento que secundó el mismo Pizzaballa en algunas de sus últimas entrevistas al respecto de un conflicto que, a su juicio, amenaza con una probable escalada en la que «habrá represalias por represalias».

«Está claro que no estamos en una operación militar, sino en una guerra declarada. Y me temo que será una guerra muy larga. Probablemente la respuesta israelí no se limitará a bombardeos, sino que habrá una operación terrestre. Está claro que hemos entrado de repente en una nueva fase en la vida de este país y en las relaciones entre Israel y Palestina». Eso, dijo, si es que «se puede hablar de relaciones».

Lo que el cardenal ha encontrado en su regreso a Jerusalén es un país «asustado, estupefacto». También «mucha rabia» y «expectación por escuchar una palabra de guía, de consuelo y claridad», dijo en referencia a «un país que ha cambiado mucho y de forma inmediata».

Entrevistado por Vatican News, mencionó que aunque «la escalada del  enfrentamiento» y un aumento de violencia estaban  «a la vista de todos», él no lo esperaba «en estas formas, hasta este punto y con esta brutalidad».

Preguntado por la comunidad cristiana en Gaza, afirmó que «todo el mundo está bien» y no hay heridos, y aunque algunas familias han perdido sus casas, «están a salvo».

«Están todos reunidos en los locales de la parroquia y de nuestra escuela, suponiendo que no sean objetivos. Por supuesto, están sometidos a una gran presión. Tienen reservas de comida para algún tiempo, pero si la situación de asedio continuara, sería un problema. Por el momento, nos alegra saber que todos están bien y se encuentran reunidos en los locales de la parroquia», detalló.

Las soluciones y llamamientos que propone son muchos. Entre ellos, el de «detener la violencia y aplicar presión diplomática para evitar que el juego de las represalias se convierta en un círculo vicioso».

También llama a recuperar «un mínimo de razonabilidad entre las partes» y recuerda que «mientras la libertad, la dignidad y el futuro de los palestinos no se tengan en cuenta de la forma que hoy es necesaria, las perspectivas de paz serán cada vez más difíciles».

Los líderes religiosos también tienen un destacado papel en el desarrollo del conflicto. A su juicio debe pasar por «calmar la situación y los ánimos», «que nadie eche leña al fuego» y por desarrollar iniciativas de oración por la paz.

Concluyó con un llamamiento a la comunidad internacional, a la que insta a mirar el conflicto «con más atención de la mostrada hasta ahora».

«Debe trabajar duro para calmar la situación, para llevar a las partes a la sensatez a través de mediaciones que no sean necesariamente públicas, porque las públicas nunca funcionarán. Necesitamos apoyo, condenar todas las formas de violencia, aislar a los violentos y trabajar sin descanso por un alto el fuego. Porque mientras hablen las armas, no será posible escuchar otras voces», concluyó.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»