El Papa Francisco ha nombrado este jueves 29 de febrero nuevo obispo de Gerona al monje cisterciense Octavi Vilà Mayo, actualmente abad del Real Monasterio de Santa María de Poblet (Tarragona). La sede se encontraba vacante desde 2022 tras el fallecimiento del obispo Francesc Pardo.
Abad del Real Monasterio de Santa María de Poblet desde 2015, Fray Octavi Vilà Mayo nació en Tarragona en diciembre del año 1961. Es licenciado en Geografía e Historia (1984) y diplomado en Biblioteconomía y Documentación (1987) por la Universitat de Barcelona.
Monje cisterciense desde 2005
Octavi estudió Filosofía y Teología y la licenciatura en Teología sistemática en la Facultad de Teología de Cataluña entre 2007 y 2015. Fue ordenado sacerdote el 1 de mayo de 2015. Entró al monasterio de Poblet en julio de 2005. Vistió el hábito como monje cisterciense el 26 de enero de 2006, hizo la profesión temporal el 26 de enero de 2007 y la profesión solemne el 15 de agosto del 2010.
Nombrado subprior en mayo de 2014, fue elegido abad por sus hermanos de comunidad el 3 de diciembre de 2015. Además, como abad de Poblet es presidente de la Congregación Cisterciense de la Corona de Aragón y miembro del Capítulo General y del Sínodo de la Orden Cisterciense, presidente del patronato del archivo Montserrat Tarradellas i Macià y miembro del patronato de Poblet.
Antes de su entrada en el monasterio, trabajó en la hemeroteca de Tarragona, entre 1983 y 2005. Estuvo en el primer consejo de redacción de la revista Poblet entre 2000 y 2005. Es colaborador en prensa y autor de diversos trabajos sobre historia contemporánea y biblioteconomía, especialmente sobre el tratamiento de los fondos de prensa.
Es algo muy inusual en España que un monje contemplativo sea nombrado obispo titular de una diócesis. No así, en lugares de la Europa más descristianizada. De hecho, en el caso de Gerona, el nuevo obispo se encontrará con uno de los territorios más ricos del país y con mayor secularización y peores índices de sacramentos de todos.
El tema del idioma (o, mejor dicho, de la mala adecuación a los idiomas de los fieles) podría tener cierta influencia en la descristianización de esta diócesis. Un artículo de ReL de 2011 recogía que de las 400 parroquias de la diócesis, sólo 10 ofrecían misa en castellano, aunque datos del CEO de la Generalitat de 2008, confirmados de nuevo en un sondeo de 2018, calculaban que el 30% de la población de la provincia tenía el castellano como su lengua habitual.
Esas diez parroquias estaban repartidas en sólo 6 poblaciones: Blanes (3 parroquias con misa en castellano), Calella, Figueras, Malgrat de Mar, Salt y Gerona ciudad (tres parroquias con misa en castellano). En temporada turística, dos o tres parroquias más ofrecen misa en español.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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