John Prevost estaba leyendo un libro en su casa de Chicago cuando oyó que había fumata blanca y puso la televisión. Llamó a su sobrina para avisarla de que ya había Papa, aunque no se sabía quién era.
]]> PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
John Prevost estaba leyendo un libro en su casa de Chicago cuando oyó que había fumata blanca y puso la televisión. Llamó a su sobrina para avisarla de que ya había Papa, aunque no se sabía quién era.
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