El Papa Francisco sostuvo un encuentro este lunes 6 de noviembre con más de 8000 niños de más de 80 países en el Aula Pablo VI del Vaticano. La charla se tituló «Los niños se encuentran con el Papa» y fue convocada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación.
Durante un turno de preguntas muy especial, los pequeños lanzaron sus inquietudes al Papa, algunas de ellas muy curiosas y «un tanto difíciles de contestar». Aquí van las siete más interesantes:
-Rania, 12 años, de Palestina: «Quería preguntarle: si empieza la Tercera Guerra Mundial, ¿nunca volverá la paz?».
-Papa Francisco: Has hecho una pregunta que también afecta a tu tierra, que tanto está sufriendo en estos momentos. Si estalla la guerra: la guerra ya ha estallado, queridos. Escuchad esto: la guerra ha estallado en todo el mundo. No sólo en Palestina: ha estallado en Sudáfrica, ha estallado en el Congo, ha estallado en Myanmar, ha estallado en todo el mundo. Son guerras ocultas, en Mozambique… en todo el mundo.
»Estamos viviendo una guerra fea y la guerra nos quita la paz y nos quita la vida. Tenemos que pensar un poco, trabajar por la paz. Lo decimos juntos, en voz baja: «trabajemos por la paz». Y esta chica, que se llama Rania, su patria está en guerra y está sufriendo mucho. Hagamos una cosa: en silencio, saludemos a Rania y a todo el pueblo de su patria. Y que el pueblo de Palestina sepa que todos los niños han saludado. La paz es bella. Gracias, Rania.
-Massimo, 10 años, de Roma: «¿Con qué sueña por las noches?».
-Papa Francisco: Me haces la pregunta: ¿qué sueño por la noche? Pero yo no sé lo que sueño, ¡porque duermo! Es así. A veces, vienen algunos sueños que son un recuerdo de cuando era joven o era niño, y recuerdo estas cosas en mis sueños. Pero la mayor parte del tiempo, duermo. Y soñar es bonito, es agradable. Cuando uno sueña algo, hay algo de vida en ello.
-Kim Ngan, 11 años, de Vietnam: «Quería entender esto: si no le han escuchado a usted, que sabe tanto, ¿por qué deberían escucharnos a nosotros, y cómo podrían hacerlo?».
-Papa Francisco: Ven, ven, quédate aquí. Kim Ngan es de Vietnam, y me pregunta cómo puede la gente escucharos a vosotros, niños. La gente está muy preocupada por tantas cosas, tantas cosas, y se olvida de escuchar a los niños. Pero tenéis que decir las cosas como las veis, decir la verdad, decir lo que oís porque vuestra voz es necesaria. Lo decimos todos juntos: «se necesita la voz de los niños».
»La voz de los niños es necesaria. Y tenéis que ayudar para que los adultos nos escuchen, para que los adultos os escuchen, y luego dejar que los adultos os escuchen porque sois mensajeros de paz. Digamos juntos: «los niños son mensajeros de la paz».
-Celeste, 9 años, de Perú: «Quería saber quiénes son sus amigos».
-Papa Francisco: Mis amigos son las personas que viven conmigo en casa, son amigos; luego tengo muchos amigos fuera, en algunas parroquias, incluso algunos cardenales son mis amigos… Son amigos. Tengo la gracia de tener amigos, y esto es una gracia de Dios, porque la persona que no tiene amigos es una persona triste. ¿Entiendes?
»La persona que no tiene amigos es una persona triste. Digámoslo juntos: «la persona que no tiene amigos, es una persona triste». Tengamos amigos: siempre tengamos amigos. Y gracias por la pregunta: eres un buen peruano.
-Pauline, del Congo, 12 años: «Quería preguntarle ¿qué es lo más importante que ha vivido en su vida?».
-Papa Francisco: No sé cómo decirlo, porque he tenido muchas cosas importantes en mi vida… También, le digo la verdad, este encuentro contigo es importante en mi vida, porque me encuentro contigo, con tus ilusiones [deseos]… Pero siempre es bueno pensar en los momentos más felices que hemos tenido en la vida, y los malos dejarlos de lado, porque todos hemos tenido malos. No, los momentos felices. Ahora, un poco de silencio, y que cada uno piense cuál ha sido el momento más feliz de su vida. Pensemos en silencio.
-Sofía, nueve años, de Filipinas: «Cuando te enfadas, ¿cómo te calmas?».
-Papa Francisco: Eh, a veces me enfado. Pero no muerdo. ¿Cómo nos calmamos? Una vez, una persona que me ayudó mucho en la vida, cuando era niño, me decía: ‘Cuando te enfades, antes de responder, bebe un vaso de agua’. Es un buen consejo. Porque ya sabes que cuando uno está enfadado, no habla, muerde. Y eso no es bueno. Dejemos la ira para los perros, pero intentemos ser mansos y no dejarnos llevar por la ira.
-Drew, 11 años, de Australia: «¿Qué hace durante el día?».
-Papa Francisco: Trabajo. Y aquí hay mucho trabajo. Trabajo escuchando a la gente, ordenando las cosas, pensando cómo avanzar, haciendo que las cosas mejoren. Trabajo: me levanto temprano, rezo y trabajo. El trabajo es algo bueno, porque -te digo una cosa- la persona que no trabaja, la persona que se acostumbra a no trabajar, ¿es una buena persona? ¿Sí o no? [No. Trabajar es salud. ¡Digámoslo juntos! [repiten].
Puedes ver aquí completo el encuentro del Papa con los niños.
»Hay que aprender a trabajar siempre: el trabajo te da dignidad. El mandamiento de Dios es «gánate el pan con tu trabajo», gánate la vida, trabaja. El trabajo nos da dignidad.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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