La mañana de este sábado 20 de abril, el Papa Francisco recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico de San Pedro a cuarenta integrantes del Seminario Redemptoris Mater de Sevilla, acompañados por el obispo de la archidiócesis José Ángel Saiz Meneses.
Durante un breve discurso, Francisco animó a los seminaristas a vivir «con asombro y gratitud por el don de la fe» y a ser pastores «según el Corazón de Cristo».
Cuatro pilares para ser «sacerdotes cabales» y un modelo
Lo hizo en base a cuatro aspectos del «camino de configuración con Jesús buen pastor», en la víspera de esta festividad, y que son «la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica«.
Una «integración» que según Francisco es «necesaria y urgente para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren».
Como ejemplo, el Papa rescató la figura del cardenal y beato Marcelo Spínola y Maestre. Nacido en San Fernando (Cádiz) el 14 de enero de 1835, prestó sus servicios gratuitos como abogado a los menos pudientes y fue ordenado el 21 de mayo de 1864. Entre sus fundaciones, destaca la Congregación de Esclavas del Divino Corazón en Coria y en 1899 creó el periódico El Correo de Andalucía en Sevilla. Firme defensor de la enseñanza católica, fue nombrado obispo en 1884 y creado cardenal por San Pío X en diciembre de 1905. Fallecido a los 71 años el 19 de enero de 1906, fue beatificado por Juan Pablo II durante su visita a Sevilla en 1982.
Francisco hizo referencia ante los seminaristas al mensaje de Spínola y Maestre recordando que «virtud y ciencia son las dos cosas que deben enseñarse con preferencia a los aspirantes al sacerdocio, pues la ciencia sin virtud hincha y no edifica y la virtud sin ciencia edifica, pero no instruye».
Francisco, durante la audiencia, con uno de los cuarenta seminaristas del Redemptoris Mater y el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.
Esto, incidió Francisco, significa que «todo en el sacerdote -oración, estudio, fraternidad y misión- va unido«.
El discurso del Papa a los seminaristas concluyó pidiendo la bendición de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla, e invitándoles a «aprovechar bien» su tiempo de formación «con el corazón en Dios, las manos abiertas y una gran sonrisa para repartir la alegría del Evangelio».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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