La Universidad Católica de Lovaina, fundada por el Papa Martín V en 1425, va a cumplir seiscientos años y era visita obligada en el viaje de Francisco a Bélgica. Este viernes mantuvo un encuentro con los profesores y el sábado por la tarde lo hará con los alumnos.
«Estamos inmersos en una cultura marcada por la renuncia a la búsqueda de la verdad«, dijo el Papa al estamento docente: «Hemos perdido la inquieta pasión de buscar para refugiarnos en la comodidad de un pensamiento débil (¡el drama del pensamiento débil!), en la convicción de que todo es igual, de que una cosa vale lo mismo que otra, de que todo es relativo«.
Es lo que denominó «cansancio del espíritu«, que nos aboca a una «vida superficial» y «a la incertidumbre permanente y a la falta de pasión, como si fuese inútil buscar sentido a una realidad que se considera incomprensible. Buscar la verdad «es fatigoso», porque «nos obliga a salir de nosotros mismos, a arriesgar, a hacernos preguntas».
Francisco firma en el libro de honor de la universidad.
Pero, en la otra cara de la moneda, en ocasiones sí se habla de la verdad, pero con una «actitud racionalista, según la cual solo puede considerarse verdadero lo que podemos medir, experimentar, tocar, como si la vida se redujese únicamente a la materia y a lo visible».
En este «racionalismo sin alma» falla el «asombro«, y «cuando falta el asombro no se puede pensar, porque el estupor es el inicio de la filosofía»: falla «ese maravillarse interiormente que nos impulsa a buscar en otro lugar, a mirar al cielo, a encontrar en la verdad escondida que se enfrenta a las preguntas fundamentales: ¿Por qué vivo? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Cuál es la finalidad última y la última meta de este viaje?».
Francisco reiteró varias veces a los profesores, y así concluyó su intervención, que debían «expandir los límites»: «Sed inquietos, sed buscadores de la verdad y no apaguéis jamás la pasión, para no caer en la pereza del pensamiento, que es una enfermedad muy mala. Sed protagonistas en la creación de una cultura de la inclusión, de la compasión, de la atención a los más débiles y a los grandes desafíos el mundo en el que vivimos».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
La Iglesia en Argentina apoya la regulación de las apuestas online para prevenir la ludopatía
Los obispos españoles celebraron una Misa en la Almudena por las víctimas de la DANA
El Papa anuncia la canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgo Frassati