Este próximo domingo 18 de mayo, los polacos están llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente (jefe de Estado) durante el próximo lustro. Tanto dentro como fuera de las fronteras polacas, hay cierta intriga e inquietud ante estos comicios. Las apuestas son varias y no pocos aconsejan cautela ante los sondeos, pero hay una cosa que es evidente: el conservador Andrzej Duda dejará de ser inquilino de cierto palacio del casco antiguo de Varsovia.
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