A mediados de 2021 entró en vigor la Ley de Eutanasia en España. En este tiempo el país, gobernado por una alianza de socialistas y comunistas con apoyo de independentistas, ha sido incapaz de hacer una ley para ayudar a los enfermos de ELA, y tampoco ha hecho nada por mejorar los cuidados paliativos al final de la vida.
En cambio, poco a poco va mejorando la contabilidad de personas a las que se mata usando esta ley, contabilidad que depende de cada comunidad autónoma.
Según un reciente informe del Ministerio de Sanidad, en 2022 pidieron la eutanasia 576 personas, aunque las que finalmente fueron eliminadas por este método fueron 288, prácticamente la mitad. (Algunos murieron antes, por su enfermedad, mientras se tramitaba la documentación, o bien se echaron atrás, o lo fueron aplazando).
Se les puede sumar las cifras de 2021: la eutanasia entró en vigor a mitad de año. Ese año de 2021 se solicitaron 173 y se ejecutaron 75 eutanasias.
Así, las víctimas mortales de la eutanasia en su primer año y medio en vigor en España son 363.
Un tercio que la pide muere de otra cosa; Cataluña triplica a Andalucía
El Ministerio de Sanidad, en su llamado «Informe de Evaluación Anual 2022 sobre la Prestación de Ayuda para Morir» crea un «perfil de solicitante» de eutanasia: tienen entre 60 y 80 años y tienen «enfermedades graves de tipo neurológico u oncológico».
Un tercio de los solicitantes muere antes de que se resuelva la solicitud.
La eutanasia ha permitido cosechar órganos para 135 trasplantes. (Hay un debate ético no suficientemente fuerte sobre la relación entre facilitar la eutanasia y cosechar órganos y la Organización Nacional de Trasplantes tiene un sistema polémico y poco reflexionado).
Las comunidades con más víctimas mortales por eutanasia en 2022 fueron:
– Cataluña (91 personas eutanasiadas);
– Madrid (38 personas eutanasiadas);
– Andalucía (27 personas eutanasiadas);
– Comunidad Valenciana (24 personas eutanasiadas).
Asombra que Cataluña, con menos población que Andalucía, practique el triple de eutanasias.
El doctor Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, detalla en declaraciones a El Debate que la mayoría de estas eutanasias se han realizado, según el informe, en centros públicos y con técnicos de atención primaria. Es significativo, porque los eutanasiadores a menudo serían técnicos que saben poco de cuidados paliativos.
«Ojalá dispongamos en el futuro de una ley de cuidados paliativos y de profesionales suficientes especializados en el final de la vida. Se calcula que solo la mitad de las personas que mueren en España tienen acceso a este tipo de cuidados esenciales», apunta el doctor Tomás Chivato.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Despiden a madre californiana de su trabajo tras manifestarse en contra de los contenidos de educación sexual LGBT en las escuelas
QUE SIEMPRE TE SEAMOS FIELES
Morir es siempre inesperado