«El Señor bendice a todos, todos, todos»: con estas palabras, el Papa Francisco respondía este domingo a la pregunta del periodista Fabio Fazio sobre Fiducia supplicans y las bendiciones de parejas «irregulares». La de este domingo fue la segunda ocasión en que Francisco acudía al programa Che tempo che fa -la primera, en 2021- y lo hizo para abordar aspectos centrales de la actualidad del pontificado. Junto con las bendiciones y el polémico documento, las guerras en curso, la posibilidad de dimitir del pontificado, la inmigración o el perdón fueron algunos de ellos.
Preguntado por el documento firmado por el cardenal Fernández el 18 de diciembre, Francisco abordó la recepción agridulce e incluso de oposición al mismo escrito en según qué contexto. Admite que «a veces las decisiones no se aceptan«, si bien considera que uno de los motivos muchas veces «es porque no se sabe«.
En síntesis, Francisco mantuvo la máxima ya mencionada en la JMJ de Lisboa de que el Señor bendice y recibe a «todos, todos, todos» los que lo soliciten.
«El Señor bendice a todos los que son capaces de ser bautizados, es decir, a cada persona. Pero entonces las personas deben entrar en conversación con la bendición del Señor y ver cuál es el camino que el Señor les propone. Pero debemos tomarlos de la mano y ayudarlos a recorrer ese camino, no condenarlos desde el principio«, mencionó.
La única vez en 54 años que no perdonó
Y si se mostró partidario de bendecir a «todos», también lo fue de «perdonarlo todo» en referencia a la «muy importante» tarea y «labor pastoral» de la Iglesia y los confesores, a quienes pidió llevarla a cabo «con gran bondad».
Acto seguido, reveló la única vez que en 54 años de sacerdocio ha negado el perdón en una confesión «debido a la hipocresía de la persona». Un mal que para el Papa contribuye a edificar la «cultura del resentimiento» que desata odios y conflictos.
«Siempre he perdonado todo, pero lo diré también con la conciencia de que esa persona tal vez recaiga. Pero el Señor nos perdona, nos ayuda a no recaer, o a recaer menos, pero perdona siempre».
El Señor “no se escandaliza de nuestros pecados, porque Él es padre, y nos acompaña”, agregó el Papa Francisco, que también mostró su esperanza de que el infierno este vacío.
El Papa, durante la entrevista con Fabio Fazio en el programa Che tempo che fa.
¿Es posible perdonar «demasiado»? Ilustró su respuesta con un ejemplo:
«Un gran confesor, al que hice cardenal en el último consistorio, es un hombre de 94 años, un fraile capuchino argentino. Y es un gran perdonador… lo perdona todo. Una vez me dijo: `Escucha Jorge, tengo este problema, perdono demasiado y a veces tengo la sensación de que no estoy bien´ – ¿Y qué haces Luigi? – Voy a la capilla y le pido perdón al Señor: Señor, perdóname, he perdonado demasiado ¡Pero fuiste tú quien me dio el mal ejemplo!´ Debemos perdonar todo porque Él nos ha perdonado. Nos dio este mal ejemplo´».
¿Renuncia? «Ni un pensamiento, ni preocupación, ni deseo»
La de la renuncia al papado es una cuestión siempre presente en las últimas entrevistas. En esta ocasión, subrayó que no lo contempla ni como un «pensamiento, ni preocupación, ni si quiera un deseo. Es una posibilidad abierta a todos los Papas, pero por el momento no está en el centro de mis pensamientos y de mis ansiedades, de mis sentimientos».
Dos viajes
La respuesta se confirmó con el posterior anuncio de dos viajes que llevaban circulando algunas semanas como hipótesis: Argentina -donde fue recientemente invitado por el presidente Javier Milei- y Polinesia.
Lamentó que en su tierra natal, Argentina, la gente «está sufriendo mucho. Es un momento difícil para el país. Se está planteando la posibilidad de hacer un viaje en la segunda mitad del año, porque ahora hay cambio de gobierno, hay cosas nuevas… En agosto tengo que hacer el viaje a la Polinesia, muy lejos, y después de esto se haría el de Argentina si se puede hacer. Quiero ir allí. Diez años está bien, está bien, puedo ir».
La reforma «más importante» en la Iglesia
En sus ya más de 10 años de pontificado, el Papa Francisco ha destacado por multitud de reformas en todos los ámbitos. Preguntado por la que considera más importante para la Iglesia, respondió tajante que es «la del corazón».
«Debe reformarse cada día. Este es un trabajo de todos los días. Cuando sentimos alguna malicia en el corazón, la envidia por ejemplo. Debemos arrepentirnos y cambiar nuestro corazón continuamente y prestar atención a lo que sucede en mi corazón para cambiar», subrayó. Solo después de ese cambio interior deberían «cambiar las estructuras», bajo el argumento de que «la historia avanza».
«Las estructuras deben cambiarse porque la historia avanza. Las cosas que fueron buenas en el siglo pasado ahora no son buenas. Pero la verdadera libertad es cambiarlos, porque no son cosas absolutas en sí mismas sino relativas al momento histórico», agregó.
Inmigración: «Eliminar a las mafias» y «no cerrar las puertas»
Pato, el joven camerunés que fue recibido por el Papa en noviembre tras perder a su mujer y su hija en el desierto marcó el salto a la cuestión de los inmigrantes, sometidos a «mucha crueldad cuando salen de sus hogares para llegar a Europa».
«Es cierto que cada uno tiene derecho a permanecer en su propia casa y a emigrar”, afirmó el Papa antes de renovar su petición: «Por favor, no cierren las puertas». Lo que se necesita, dijo, es una política migratoria «bien pensada» que ayude a «tomar el problema de los inmigrantes en nuestras propias manos» y «eliminar todas estas mafias que explotan a los inmigrantes».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Fall River lanza iniciativa para priorizar el bienestar de los sacerdotes
Papa Francisco inaugurará el Jubileo de la Esperanza 2025
El actor católico David Henrie dice que el viaje misionero con Cross Catholic Outreach le dejó un gran impacto