Este martes 24 de septiembre se ha convocado una jornada internacional de oración por la Iglesia perseguida de Nicaragua. Es una iniciativa del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos, que se celebrará a partir de las 17.00 horas de México y Centroamérica y las 18.00 horas de Colombia, Panamá, Ecuador y Perú, lo que coincidirá en España con el inicio de la madrugada del miércoles.
La participación on line podrá realizarse a través de la plataforma StreamYard, a través de Youtube y a través de Facebook.
El poder de la oración
La fecha coincide con la celebración de la Virgen de la Merced, patrona de las personas que padecen cautividad, como es el caso del pueblo nicaragüense, que padece desde 2007, con el regreso al poder del sandinista Daniel Ortega (quien ya había gobernado entre 1985 y 1990) una dictadura comunista cada vez más agresiva que, junto a su esposa y vicepresidente Rosario Murillo, acosa y censura no ya toda forma de disidencia, sino de organización ajena o no controlada por el poder.
Asimismo se ha creado el hashtag #TodosConNicaragua para agrupar esta reacción, con el que ambas organizaciones convocantes, representantes de toda la comunidad católica iberoamericana, «buscan destacar en esta jornada tres palabras: esperanza, profetismo y solidaridad, sobre todo cuando en esta nación hermana la Iglesia sufre los capítulos más oscuros de su historia».
Un periodo que ha de ser vencido «con el poder de la oración, principal herramienta de los cristianos». En ese sentido la nota de ADN Celam recuerda las palabras de Jesucristo: «En verdad os digo que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: ‘Trasládate desde ahí hasta aquí’, y se trasladaría. Nada os sería imposible» (Mt 17, 20).
La Purísima e Inmaculada Concepción, patrona de Nicaragua, donde se le guarda una extraordinaria devoción.
Según los organizadores, esa oración se dirigirá a la Purísima, la patrona de Nicaragua, donde se la festeja de manera muy especial: «Oramos para que los que tienen en sus manos el poder escuchen el clamor de un pueblo, por los miles de migrantes, por la Iglesia que sufre en ella los mismos dolores del Crucificado, por los más pobres y vulnerados que quedan solos”.
Persecución creciente
Es lo que intenta el régimen de Ortega, que ha expulsado del país al arzobispo Waldemar Stanislaw, a los obispos Silvio Báez, Rolando Álvarez e Isidoro Mora y a 136 sacerdotes, según el estudio presentado en agosto por la abogada Martha Patricia Molina bajo el título Nicaragua. ¿Una Iglesia perseguida? (descargable gratuitamente). También ha privado de su nacionalidad a decenas de religiosos nicaragüenses.
Además, según recoge ACI Prensa, se ha cancelado la personalidad jurídica de 1500 organizaciones no gubernamentales, entre ellas 678 cristianas, con un total de 874 ataques a la Iglesia en los últimos meses. Además, la Asamblea Nacional, controlada por el régimen tras el simulacro de elecciones legislativas de 2021 que dio a Ortega el 76% de los votos, aprobó el 3 de septiembre una reforma del Código Penal para castigar a quienes cometan ‘delitos’ fuera del país, en un intento de mantener callado a los nicaragüenses que han sido expulsados o han tenido que huir de su patria.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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