Delante del espejo, jugando con una pieza de jabón, Truman se dibuja un casco espacial y finge estar aterrizando en un planeta extraterrestre al que bautiza como Trumania. Antes de marcharse, le guiña un ojo a la cámara escondida frente a él, y dice: «Esta ha sido de regalo». Se trata de una de las escenas más conocidas de El show de Truman, una película genial que, conforme pasa el tiempo, desgraciadamente, se hace más actual.
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