13/11/2024

Francisco se vuelca con Santa Teresita: aire fresco, misericordia y «lo esencial» en 17 puntos

El Papa Francisco hace años que muestra un gran interés y devoción por Santa Teresa del Niño Jesús, Teresita de Lisieux (lea aquí 10 ejemplos), pero ahora, en tiempos de sinodalidad y debates, y como para reforzar el tipo de espiritualidad misionera que quiere proponer, ha publicado Ces’t la confiance, una exhortación sobre la santa carmelita que nació hace 150 años, murió con 24 años y es doctora de la Iglesia. Su Historia de un alma ha acompañado a cientos de miles de cristianos y los ha acercado a Dios.

Francisco ha escrito sobre otras figuras a lo largo de su pontificado (Francisco de Sales, San Jerónimo, Dante o, recientemente, el filósofo y místico Blaise Pascal) pero en Ces’t la confiance insiste en los temas que ha retomado una y otra vez:

-evangelizar por ‘atracción’ (palabra que la joven santa usa), centrarse en la gracia para evitar el pelagianismo,
– evitar el triunfalismo (palabra que menciona 3 veces la exhortación),
– confiar en la misericordia de Dios,
– convertir la fe en obras concretas para salir del individualismo,
– y dar primacía a lo esencial (el kerigma y el amor concreto) frente a otras muchas cosas que son buenas y devotas pero distraen.

El documento, que se extiende a lo largo de 10 páginas, está dividido en 53 puntos divididos en 4 secciones:

– Jesús para los demás;
– El caminito de la confianza en el amor;
– Seré el amor;
– En el corazón del evangelio.

La Comunidad de Bienaventuranzas puso música así a ese mensaje de confianza de Teresita:   «Qu’il est doux d’appeler Dieu notre Père, car Il n’est qu’Amour et Miséricorde, c’est la confiance et rien que la confiance, qui doit nous conduire à l’Amour. Abba, Abba, mon Père, Je m’abandonne à Toi»; en castellano se canta: «Que dulce es el amor de Dios Padre; Él es todo amor y misericordia. La confianza, sólo la confianza, es la que nos conduce al amor. Abba, abba, oh Padre, me abandono a ti».

Repasamos algunas de las ideas que Francisco desgrana en su exhortación.

1. Contra el pelagianismo y el individualismo

«Frente a una idea pelagiana de santidad, individualista y elitista, más ascética que mística, que pone el énfasis principal en el esfuerzo humano, Teresita subraya siempre la primacía de la acción de Dios, de su gracia», escribe el Papa. Para que nadie piense que la lucha contra el pelagianismo lleva a posturas protestantes sobre la gracia que no dan ningún valor a las obras, la exhortación cita un par de párrafos de Trento y explica que las obras acrecientan la santidad.

2. Una santa popular, incluso fuera de la Iglesia

«Como sucede con san Francisco de Asís, es amada incluso por no cristianos y no creyentes», señala el Papa, que alaba «ese aire fresco que es el mensaje de santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz». «Un siglo y medio después de su nacimiento, Teresita está más viva que nunca en medio de la Iglesia peregrina, en el corazón del Pueblo de Dios», añade.

3. Enraizada en Santa Teresa de Ávila y el Carmelo

El Papa constata que Teresita no es ajena a la tradición de la que bebe. «La fecha de esta publicación, memoria de santa Teresa de Ávila, quiere presentar a santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz como fruto maduro de la reforma del Carmelo y de la espiritualidad de la gran santa española».

4. Evangelizar por atracción

El Papa Francisco escribe: «Las últimas páginas de Historia de un alma son un testamento misionero, expresan su modo de entender la evangelización por atracción, no por presión o proselitismo. Vale la pena leer cómo lo sintetiza ella misma: «“Atráeme, y correremos tras el olor de tus perfumes”. ¡Oh, Jesús!, ni siquiera es, pues, necesario decir: Al atraerme a mí, atrae también a las almas que amo. Esta simple palabra, “Atráeme”, basta. Lo entiendo, Señor. Cuando un alma se ha dejado fascinar por el perfume embriagador de tus perfumes, ya no puede correr sola, todas las almas que ama se ven arrastradas tras de ella. Y eso se hace sin tensiones, sin esfuerzos, como una consecuencia natural de su propia atracción hacia ti».

5. El «caminito»: un hallazgo útil para el pueblo de Dios

«Uno de los descubrimientos más importantes de Teresita, para el bien de todo el Pueblo de Dios, es su “caminito”, el camino de la confianza y del amor, también conocido como el camino de la infancia espiritual. Todos pueden seguirlo, en cualquier estado de vida, en cada momento de la existencia», asegura Francisco.

La confianza es el caminito que da santidad. Ella escribe: «Sigo teniendo la misma confianza audaz de llegar a ser una gran santa, pues no me apoyo en mis méritos —que no tengo ninguno—, sino en Aquel que es la Virtud y la Santidad mismas. Sólo Él, conformándose con mis débiles esfuerzos, me elevará hasta Él y, cubriéndome con sus méritos infinitos, me hará santa«.

Francisco comenta: «En el fondo, su enseñanza es que, dado que no podemos tener certeza alguna mirándonos a nosotros mismos, tampoco podemos tener certeza de poseer méritos propios. Entonces no es posible confiar en estos esfuerzos o cumplimientos. […] Sólo la confianza, “nada más”, no hay otro camino por donde podamos ser conducidos al Amor que todo lo da». Y citando a Teresita: «Jesús no pide grandes hazañas, sino únicamente abandono y gratitud».

6. La confianza es liberadora

«La confianza plena, que se vuelve abandono en el Amor, nos libera de los cálculos obsesivos, de la constante preocupación por el futuro, de los temores que quitan la paz», escribe la exhortación papal. Teresita afirma: «Creo que no debemos pensar en lo que pueda ocurrirnos de doloroso en el futuro, porque eso es faltar a la confianza».

7. Penetrar en la misericordia, ver a Dios desde la misericordia

Teresita escribe: «A mí [Dios] me ha dado su misericordia infinita, ¡y a través de ella contemplo y adoro las demás perfecciones divinas!».

El Papa Francisco comenta: «Este es uno de los descubrimientos más importantes de Teresita, una de las mayores contribuciones que ha ofrecido a todo el Pueblo de Dios. De modo extraordinario penetró en las profundidades de la misericordia divina y de allí sacó la luz de su esperanza ilimitada».

8. Esperanza contra toda esperanza

Teresita rezó por un condenado a muerte desafiante y agresivo que aseguraba que no se arrepentía de sus crímenes. Teresita rezó por él. En el cadalso, el condenado «de repente, tocado por una súbita inspiración, se volvió, cogió el crucifijo que le presentaba el sacerdote ¡y besó por tres veces sus llagas sagradas!», describió ella luego. «Esta experiencia tan intensa de esperar contra toda esperanza fue fundamental para ella: «A partir de esta gracia sin igual, mi deseo de salvar almas fue creciendo de día en día»», señala la exhortación.

9. No es solo perdón: hay relación íntima con Jesús

Teresita escribió que a Jesús le hablaba «en la soledad de este delicioso corazón a corazón, a la espera de llegar a contemplarlo un día cara a cara»». La exhortación comenta: «Aunque el Señor nos ama juntos como Pueblo, al mismo tiempo la caridad obra de un modo personalísimo, “de corazón a corazón”. Además, Jesús no sólo perdona, sino que busca la intimidad, como con la Magdalena, dice la santa de Lisieux. «Ese corazón de amor está dispuesto, no sólo a perdonarla, sino incluso a prodigarle los favores de su intimidad divina y a elevarla hasta las cumbres más altas de la contemplación».

10. Recibir mucho Espíritu Santo, sin estridencias vistosas

«Cuando ella se entregó en plenitud a la acción del Espíritu recibió, sin estridencias ni signos vistosos, la sobreabundancia del agua viva: «los ríos, o, mejor los océanos de gracias que han venido a inundar mi alma». Es la vida mística que, aun privada de fenómenos extraordinarios, se propone a todos los fieles como experiencia diaria de amor», leemos en la exhortación papal.

11. Santidad en lo cotidiano y lo pequeño

La exhortación señala que un ejemplo de santidad en lo cotidiano y pequeño lo veía Teresita en la Virgen María, de quien escribió:

«Ejemplo de pequeñez y vida cotidiana en María
Yo sé que en Nazaret, Madre llena de gracia,
viviste pobremente sin ambición de más.
¡Ni éxtasis, ni raptos, ni sonoros milagros
tu vida embellecieron, Reina del Santoral!»

Teresita habló también de una tarde que cuidaba a una enferma e imaginó una gran fiesta de damas y vestidos y música: «No cambiaría los diez minutos que me llevó realizar mi humilde servicio de caridad por gozar mil años de fiestas mundanas», apuntó.

12. Ser amor en el corazón de la Iglesia

San Pablo comparaba la Iglesia con un cuerpo: unos son sus manos, otros sus pies… Teresita quiere ser su corazón y desde allí bombear amor. «Comprendí que el amor encerraba en sí todas las vocaciones, que el amor lo era todo, que el amor abarcaba todos los tiempos y lugares. En una palabra, ¡que el amor es eterno! Entonces, al borde de mi alegría delirante, exclamé: ¡Jesús, amor mío, al fin he encontrado mi vocación! ¡Mi vocación es el amor! […]
En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor».

13. Con confianza, tener fecundidad misionera

«La transformación que se produjo en ella le permitió pasar de un fervoroso deseo del cielo a un constante y ardiente deseo del bien de todos, culminando en el sueño de continuar en el cielo su misión de amar a Jesús y hacerlo amar: «Sí, yo quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra»», señala la exhortación. «Ella no dudaba de la fecundidad de esa entrega: «Pienso en todo el bien que podré hacer después de la muerte». «Dios no me daría este deseo de hacer el bien en la tierra después de mi muerte, si no quisiera hacerlo realidad», escribió ella.

14. El círculo: la confianza permite la sobreabundancia

«Se cierra el círculo. «C’est la confiance». Es la confianza la que nos lleva al Amor y así nos libera del temor, es la confianza la que nos ayuda a quitar la mirada de nosotros mismos, es la confianza la que nos permite poner en las manos de Dios lo que sólo Él puede hacer. […] La confianza hace brotar las rosas y las derrama como un desbordamiento de la sobreabundancia del amor divino. Pidámosla como don gratuito, como regalo precioso de la gracia, para que se abran en nuestra vida los caminos del Evangelio», leemos en la exhortación del Papa Francisco.

15. Centrarse en lo esencial del cristianismo

El Papa Francisco es muy directo y sincero en el objetivo de su exhortación, que de alguna manera enlaza con su gran interés durante el pontificado: centrarse en la evangelización mediante la esencia del cristianismo: Jesús que ama y salva.

«Esta Exhortación sobre santa Teresita me permite recordar que, en una Iglesia misionera «el anuncio se concentra en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario. La propuesta se simplifica, sin perder por ello profundidad y verdad, y así se vuelve más contundente y radiante». El núcleo luminoso es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado»», resume el Pontífice.

«El centro de la moral cristiana es la caridad, que es la respuesta al amor incondicional de la Trinidad, por lo cual «las obras de amor al prójimo son la manifestación externa más perfecta de la gracia interior del Espíritu». Al final, sólo cuenta el amor», asegura el Papa Francisco.

Santa Teresita de Lisieux con rosas, signo de las gracias que iba a otorgar desde el Cielo tras su muerte.

16. Para entender a un santo no bastan un par de eslóganes

La exhortación advierte contra los que reducen un santo (incluyendo Teresita) a un par de eslóganes o a verdades generalistas sobre su vida de oración y devoción.

«Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles […]. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación», leemos en el texto.

17. Despliegue final: lo que Teresita aporta hoy

El texto finaliza con una batería de enseñanzas de Teresa de Lisieux que tienen especial sentido en nuestros días:

– ella muestra la belleza de hacer de la vida un regalo;
– frente a lo superficial, ella es testimonio de la radicalidad evangélica;
– frente al individualismo, ella muestra «el amor que se vuelve intercesión»;
– frente a «nuevas formas de poder», muestra el camino de la pequeñez;
– «en un tiempo en el que se descarta a muchos seres humanos, ella nos enseña la belleza de cuidar, de hacerse cargo del otro»;
– «en un momento de complicaciones, ella puede ayudarnos a redescubrir la sencillez, la primacía absoluta del amor, la confianza y el abandono, superando una lógica legalista o eticista que llena la vida cristiana de observancias o preceptos y congela la alegría del Evangelio»;
– «en un tiempo de repliegues y de cerrazones, Teresita nos invita a la salida misionera, cautivados por la atracción de Jesucristo y del Evangelio».

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»