Hace unos 50 años, al poco de independizarse de España, Guinea Ecuatorial tenía unos 300.000 habitantes; hoy tiene cuatro o cinco veces más, entre 1,2 y 1,6 millones. El 80% se consideran católicos. En la isla de Bioko (antigua Fernando Poo) y en las ciudades costeras de Río Muni (en el continente) un 90% de la población habla bastante bien español -es la lengua de la escuela- y en las regiones del interior lo hablan bien más del 60%. Es un espacio de hispanidad viva en África.
Igual que ha crecido la población, ha crecido también la Iglesia, y los retos de la Iglesia.
Hace 50 años sólo había 13 sacerdotes diocesanos en el país, hoy son 154. Guinea hace medio siglo tenía dos diócesis, hoy tiene cinco. El seminario más importante del país, Seminario Mayor Interdiocesano “La Purísima” de Nkolombong, cuenta con 77 seminaristas.
Pero apoyar las vocaciones en Guinea y en muchos otros países en vías de desarrollo necesita de la generosidad de los católicos a través de la Jornada de Vocaciones Nativas, que este domingo 21 se celebra en España, junto con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
El padre Nicéforo cuenta en 5 minutos cómo fue ayudado por Obras Misioneras y el apoyo a las vocaciones nativas:
Unas vedrunas llegan a Guinea: un niño que hoy es sacerdote
El caso ilustrativo de Guinea Ecuatorial lo ha contado en Madrid el sacerdote Nicéforo Obama, que explica que las misioneras españolas que llegaron a su pueblo, carmelitas vedrunas, despertaron en él la vocación sacerdotal.
«Me impresionó mucho su labor, y me preguntaba por qué estaban allí», explica. Con ellas aprendió a leer y escribir, fue atendido en su centro de salud… Cuando estaba en Primaria descubrió que Dios le llamaba para seguir a Cristo como ellas y ser sacerdote. «Vi que la vida es vulnerable, y que Jesús es el único que da sentido a la vida y tiene las respuestas a los grandes interrogantes».
Nicéforo Obama hace ya 10 años que es sacerdote.
Apoyar a las vocaciones nativas
Hay jóvenes con vocación sacerdotal y religiosa pero en las familias pobres (casi todas) es muy difícil que entren en el seminario sin apoyo externo.
«Si las familias no tienen para comer, cómo van a pagar los gastos de una vocación». Además, ser sacerdote no genera riqueza para la familia, por lo que la inversión no tiene retorno. “Muchas vocaciones no pueden continuar porque las familias no logran ayudarles”, explica.
Nicéforo pudo estudiar en parte a Obras Misionales Pontificias, en concreto su Obra de San Pedro Apóstol para las vocaciones nativas. En todo el mundo, esta obra ayuda a sostener 725 seminarios diocesanos en territorios de misión, año tras año, con la colecta por las Vocaciones Nativas.
El P. Nicéforo explica que apoyando vocaciones se ayuda a mucha gente en los países de misión, no sólo al sacerdote o a la religiosa en sí. Por ejemplo, en Guinea, además de celebrar el culto, los sacerdotes y religiosos se vuelcan en organizar servicios de sanidad y educación que el Estado no ofrece.
En concreto, desde OMP España, en 2023 se enviaron 1,7 millones de euros para apoyar a 10.000 seminaristas y casi 300 formadores.
Para apoyar las vocaciones nativas y la Obra San Pedro Apóstol de Obras Misionales visite: https://vocacionesnativas.es
Lea también: La Hispanidad católica en el África Negra: Guinea Ecuatorial cumple 50 años de independencia.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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