La gélida mañana me había aportado una bocanada de aire caliente y puro. Recé por aquellos que no quisieron ser guías de Gustavo, tan solo unos instantes.
La gélida mañana me había aportado una bocanada de aire caliente y puro. Recé por aquellos que no quisieron ser guías de Gustavo, tan solo unos instantes.
More Stories
La fe, «el motor» de vida del seleccionador De la Fuente: «Sin ella, nada tendría sentido»
Piruetas
Sanz Montes pide «la reciprocidad negada» a los cristianos asesinados