Impresionante reacción, cantando el Regina Coeli, de una familia ante su casa quemada en Los Ángeles

El vídeo de la familia Halpin entonando el Regina Coeli ante su hogar reducido a cenizas se ha hecho viral en redes sociales.

En unos minutos ardió una vida

Han sido víctimas, como miles de personas, de los incendios que han devastado el condado de Los Ángeles. El martes, los padres, Peter y Jackie, tuvieron que huir precipitadamente de la casa en Altadena que han habitado desde 1988, y en la cual crecieron sus seis hijos, ya adultos. Un pequeño bungalow que, con el paso de los años, fueron ampliando.

Cuando todos ellos, con algunos de sus cónyuges respectivos, regresaron este jueves por la mañana, no quedaba nada. Dos imágenes de cemento de Nuestra Señora de Guadalupe y de San José también estaban quemadas, pero al menos reconocibles para rezar ante la de la Virgen la consagración diaria al Sagrado Corazón de Jesús.

Entonces, según cuenta el National Catholic Register, alguien sugirió cantar algo. Peter entonó la guía. Todos supieron enseguida de qué se trataba, y le siguieron.

Pasión por la música desde niños

¿Por qué lo hicieron tan bien?

Según explicó Andrew, de 36 años, el cuarto de los hijos (tres chicos y tres chicas), han sido siempre una familia muy musical, y él mismo es compositor. Cuando era niños, sus hermanos y él se educaron en un grupo católico de homeschooling y formaban parte de un coro dirigido por un maestro profesional. Desde niños tocan instrumentos y ocasionalmente cantan en algún bar como banda familiar, denominada Hay Penny Pigs.

Aquí les vemos interpretando hace seis años una versión del célebre tema Zombie (1994) del grupo irlandés The Cranberries.

Con ese bagaje musical, no es extraña la perfección que logró su Regina Coeli, con ese insistente y alegre Aleluya tan difícil de asumir en una circunstancia como la que estaban viviendo.

Fe y alegría

Pero es una fe impresionante la que, junto con la música, mueve a esta familia. «Tenemos que dárselo todo a Dios«, explica Andrew: «Y si esta vez eso significa nuestro hogar, confiamos, porque estamos en Sus manos».

Los Halpin, padres e hijos, al completo. Foto: GoFundMe.

Mientras rezaban con los restos del lugar donde se criaron casi aún humeantes, Andrew pensó que tenía que ser fuerte para los suyos: «Cuando empezamos a cantar, sentí que todos estábamos siendo fuertes para los demás. Me sentí muy aliviado porque estábamos juntos como familia y éramos capaces de unirnos en torno a ese himno, que significa tanto para nuestra familia«, dijo al Register. Y añadió que, junto a la fe, la música es uno de los más importantes factores de cohesión para los Halpin.

Entrevista a Andrew en EWTN.

En declaraciones a EWTN, Andrew explicó que lo han perdido casi todo, y que su madre, que es la coleccionista de la familia y la que conservaba los recuerdos de cuarenta años, apenas pudo salvar, al salir precipitadamente por la cercanía del fuego, algunas fotos, objetos significativos y documentos esenciales. Pero casi todo lo personalmente más valioso se ha perdido.

Mientras cantaban, estaban, literalmente, pisando su vida: «Las cenizas de nuestra infancia«. 

Su hermana Gianna, que vivía al lado de sus padres junto con su hija Beatrice, también ha perdido la casa (y el pater familias, Peter, un camión de su empresa), por lo que iniciaron una petición de ayuda en GoFundMe que les ha permitido conseguir ya más de 80.000 dólares.

«Desde que se casó, mi padre quiso crear un lugar donde su familia y sus amigos pudiesen celebrar y olvidar sus preocupaciones, con música y mermelada. La casa fue un hogar, y no solo para nosotros. Es duro verla desaparecer. Pero la gente sabe que ese hogar es un lugar de fe, un lugar de compañerismo, comunidad y música. Y voy a decirte una cosa», concluye Andrew, «cuando la reconstruyamos, volverá a haber música».

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»