Ciudadanos de Kirkuk intentan frenar la expropiación de una colina con valiosos yacimientos arqueológicos que originalmente fue tierra de cristianos. Un empresario busca adueñarse de la zona, que alberga 45 sitios aún sin explorar. Las autoridades locales prometen acciones legales para proteger este patrimonio histórico y cultural considerado «oro negro» de Irak.
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