23/12/2024

La conversión de «Perfume Man», influencer cosmético: «La vida fuera de la Iglesia no tiene sentido»

Desde su canal de YouTube, Andrés Perfume-Man, el chileno Andrés Croxatto ofrece cada día a sus 1,7 millones de suscriptores experimentados análisis, opiniones, críticas y comparaciones de las mejores fragancias y perfumes. Pero además de ser una eminencia en el mundo de la cosmética, Croxatto también tiene una inspiradora historia de fe y conversión en la que asegura haber experimentado a Dios obrando milagros en su vida. Unas vivencias que, como relató recientemente a ACI Prensa, le han hecho convencerse de que «la vida fuera de la Iglesia Católica no puede tener sentido«.

Casado, padre de siete hijos, residente en España y youtuber desde hace seis años, Croxatto recuerda una infancia marcada por la dificultad, en una familia desestructurada y carente de figura paterna. Su madre, «muy creyente», fue su primera influencia para acercarle a la fe, pero pronto comenzó a ver a la Iglesia como una «limitación» de cara a la vida que quería desarrollar «en el sexo, en las drogas, en mi forma de trabajar, de ganar dinero».

Radicalmente alejado de la Iglesia

«Yo quería desarrollarme en el sexo, en las drogas, en mi forma de trabajar, de ganar dinero. En el fondo, quería desarrollar mi propia forma de vivir. Yo pensé que lo iba a hacer bien, la verdad, haciendo las cosas como a mí se me daba la gana. Lo probé y me salí radicalmente de la Iglesia, porque quería hacer mi vida a mi estilo», admitió a ACI.

Con 19 años se vio con una hija, sin dinero y fumando marihuana constantemente, ante una visión de futuro que recuerda «imposible». La situación, dice, «era negra, pero el panorama a futuro era peor».

Sin embargo, su hermana brillaba para él como un modelo: «A ella todo le salía bien, se casó, empezó su familia… se le notaba plena, porque vivía en la verdad».

Andrés se acercó al sacerdote que casó a su hermana en Valencia, que fue un mes a Chile en auxilio del joven a la deriva. Y mientras, él rezaba y pensaba: «Yo soy consciente de que este panorama es muy negro y va a peor. Si esto se arregla, no me va a quedar otra que reconocer que es un milagro«.

Uno de los análisis cosméticos de Perfume Man, actual dedicación laboral de Croxatto: 

El sacerdote invitó al joven irse a Valencia, donde vivían él y también su hermana, con la única petición de  que abandonase la vida de desorden, caos y consumo de drogas. «Estás viviendo fuera de la realidad y no hay nada mejor que la realidad«, le decía. Aquellas palabras fueron definitivas, hasta el punto de que no volvió a probar la droga.

Conforme su vida cambiaba, él se acercaba más a la oración, pidiendo especialmente por un trabajo que pusiese orden y estabilidad en su vida. Y no tardó en llegar.

«El Señor obró un milagro»

«Lo fácil sería verlo como una cosa pintoresca: ‘yo pido y Dios me da’. No creo que sea así, pero el Señor obró un milagro. Quiero decirte que para mí esto no es una superstición. En realidad yo no buscaba un trabajo, sino que mi vida tuviera un sentido pleno. Tener toda mi vida ordenada, eso solo se logra con algo mucho más profundo», afirma.

Hoy, años después y con una fe propia, se muestra convencido de que «la vida fuera de la Iglesia no puede tener sentido«. «Porque no existe el perdón, explica, «lo natural en el ser humano es que no exista la bondad, la generosidad, el perdón. Todas esas virtudes que pensamos que podemos desarrollar por nuestras fuerzas, aprendí que no es así».

Comprender el sentido de la virtud, del perdón o que Dios no está lejos del sufrimiento son solo algunas de las cosas que aprendió y más le marcaron tras su regreso a la Iglesia.

«La sabiduría de la Iglesia me enseñó a ver estas cosas, porque si no lo escuchas en la Iglesia, ¿dónde lo vas a escuchar? En ningún sitio, absolutamente en ningún sitio. ¿Dónde vas a conocer realmente quién eres? Los pecados que puedas tener, la incapacidad de amar que uno tiene, la incapacidad de perdonar. ¿Quién te va a enseñar la realidad para poder discernir y mirarte a ti mismo y decir: ‘Ah, este soy yo’. Yo el único lugar que conozco que te puede enseñar eso es la Iglesia«, concluyó.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»