Hemeroteca Laus DEo10/10/2020 @ 23:10
LA CRUZ DE CRISTO NOS FORTALECE
Uno de los trece mártires de Arad, el general Schweidel, cuando le leyeron la condenación a muerte, se dirigió al sacerdote castrense con estas palabras.
-Padre, he ahí este crucifijo heredado de mi madre que santa gloria haya. Siempre lo he llevado conmigo, aun en medio del fragor de las batallas. Le ruego a usted que lo entregue a mi hijo.
Y como si le ocurriera entonces otro pensamiento, lo toma consigo de nuevo:
-Quiero tenerlo en mis manos y morir con él. Cuando haya muerto no le pese a usted quitarlo de mis manos y entregarlo después en casa.
El Joven y Cristo, pag.180 Tihàmer Toth, Editorial latino Americana.
http://www.sembrandoesperanza.la/
More Stories
PUBLICADO POR LA BAC:’Sus heridas nos han curado’, prolonga los frutos del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón
¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?
Preferir lo inmediato a lo justo: Predicación Cardenal Raniero Cantalemessa