Hemeroteca Laus DEo26/01/2022 @ 00:50
Por encima de los Mártires y de las Vírgenes, más encumbrado que los Patriarcas y los Profetas, y aún más elevado que los Apóstoles y los Ángeles, está el trono de gloria de San José. Así como en la tierra no hubo nadie, después de la Santísima Virgen, más próximo a Jesús que San José, así tampoco, después de la de María, no hay en el Cielo gloria más resplandeciente que la del Santo Patriarca. En proporción con esta gloria tan excelsa está su intercesión tan poderosa. Jesús, que en la tierra le rendía obediencia y respeto como a padre adoptivo, concede plenamente en el Cielo todo lo que San José le pide.
Enseña Santo Tomás de Aquino que al Santísimo José le está concedido el socorrer en toda necesidad y negocio, el defender, favorecer y tratar con paternal afecto a todos los que acuden a él. Parece que algunos Santos han recibido de Dios la gracia de socorrer en una necesidad particular; según Santa Teresa, el Patriarca San José tiene la capacidad de ayudar en cualquier causa, por grave que sea.
Ser devoto de San José implica imitar sus virtudes: la conformidad con la Voluntad de Dios, la humildad, el recogimiento, la castidad, la oración. Tratar de buscar su auxilio sin ofrecer nada a cambio, mal asunto será, pues el Señor nos otorga las gracias necesarias siempre que pidamos con insistencia y tratemos de reformar nuestra vida.
LOS SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ es una piadosa y muy antigua práctica de piedad católica que se cree surgió en los albores del siglo XVI y desde entonces se viene realizando por los más devotos del Santo Patriarca, normalmente, los siete Domingos previos a la Festividad de San José, donde iremos recordando los principales Dolores y Gozos del Patriarca mientras vivió entre nosotros.
Este año, el Primer Domingo de San José será el próximo 30 de Enero. No desaproveches la ocasión, para unirte a nosotros en esta plegaria al Padre Adoptivo de Cristo; esta súplica será hecha al unísono por miles de católicos en todas partes del mundo. No dudes en participar, que es tan sencillo como acercarte por nuestro blog. Trae contigo esa preocupación, el proyecto que tienes en mente, la enfermedad que te resta alegría… ofrécete confiado al Patriarca de la Sagrada Familia, como lo hizo el Niño Jesús cada vez que alzaba sus bracitos en busca de la protección y el cariño de Su Padre San José.
Si estás desconfiado, porque crees que nada puedes lograr con estas devociones, con cariño te desafío a que intentes hacer esta Devoción, con mi palabra de que nada malo te aportará; deja a un lado tus pensamientos y compañías mundanas y trata de buscar refugio en Aquél que más te ama.
Para ir derechos a Jesús, te he explicado muchas veces que lo hagas a través de Su Madre, que es también la nuestra, pero a partir de hoy, no olvides a San José, Esposo virginal de María… sólo la Piedad, el verdadero Amor por Jesús, por Santa María y por San José, pueden dar paz y confianza a tu alma. La Devoción que te propongo tan sólo será una vez por semana, no te restará mucho tiempo, puedes hacerla a lo largo del Domingo y sus beneficios espirituales son grandes, si de veras la realizas con un poco de amor.
Reza conmigo los SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ y ayúdame a extender esta invitación, para que otras muchas almas se beneficien de su ayuda e intercesión. El Glorioso San José sabrá recompensar tu apostolado.
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