Tengo muy claro que lo que está en juego no es ya sólo la dignidad de este profesor, sino la del entero Derecho canónico, así como la vigencia del principio de sometimiento a la ley de la autoridad eclesiástica.
Tengo muy claro que lo que está en juego no es ya sólo la dignidad de este profesor, sino la del entero Derecho canónico, así como la vigencia del principio de sometimiento a la ley de la autoridad eclesiástica.
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