Cuando el 24 de junio de 2022 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos revocó la sentencia Roe vs Wade -que en 1973 legalizó el aborto en el país- solo hicieron falta minutos desde la decisión para que abortorios dejasen de practicar abortos y diversos estados lo restringiesen en mayor o menor medida con leyes y enmiendas. Del mismo modo ha ocurrido este miércoles en Alabama, cuando el Tribunal del estado presidido por el juez Tom Parker ha dictaminado que la Ley de Muerte Injusta de un Menor «se aplica a todos los niños, nacidos y no nacidos, sin limitación«. Es decir, también a todos aquellos que sin haber nacido se ven afectados por las prácticas de Fecundación in vitro y reproducción asistida.
En su fallo, los jueces dijeron que la frase «niño menor» significa «lo mismo en la Ley de Muerte Injusta de un Menor que en el lenguaje cotidiano: ‘un miembro individual de la especie humana no nacido o recién nacido’, desde la fertilización hasta la mayoría de edad: Nada en la ley limita esa definición a los niños no nacidos que están físicamente ‘en el útero'», dijeron los jueces. En cambio, agregaron, «la ley establece una causa de acción por la muerte de cualquier ‘niño menor’, sin excepción ni limitación».
«Los niños no nacidos son ‘niños’, sin excepción por su estado de desarrollo, lugar geográfico o cualquier otra característica secundaria», se lee en el fallo. Los jueces citaron también la propia Constitución de Alabama, que reconoce los “derechos del niño que aún no ha nacido”.
La sentencia está sorprendiendo por su carga trascendente y alusiones a fe cristiana.
“La vida de un ser humano no puede ser destruida injustamente sin incurrir en la ira del Dios sagrado, que ve la destrucción de su imagen como una afrenta a sí mismo”, señala. “Incluso antes de nacer, todos los seres humanos son la imagen de Dios y sus vidas no pueden ser destruidas sin borrar su gloria”, reza el texto.
Hospitales que paralizan sus protocolos FIV
De este modo, Alabama pasa a la historia por ser el primer estado que se atreve a dar este paso. Como recoge La Vanguardia, hasta ahora ninguno de los once estados que consideran en su legislación el inicio de la paternidad en el momento de la fecundación había llegado a implementar una medida semejante.
El fallo del tribunal superior estatal se produjo tras una demanda presentada por varios padres cuyos embriones congelados habían sido destruidos accidentalmente en una clínica de fertilidad. Los demandantes habían argumentado que la destrucción se enmarcaba en la Ley de Muerte Injusta de un Menor del estado.
Los centros médicos no han demorado su responsabilidad. Es el caso de la Universidad de Alabama en Birmingham, que informó el mismo miércoles en un comunicado de que su División de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad suspendía los tratamientos “mientras evalúa la decisión de la Corte Suprema de Alabama de que un embrión congelado es un ser humano».
Del mismo modo que sucedió con la revocación de Roe V Wade y el traslado de competencias relativas al aborto a los estados, el gobierno del presidente Joe Biden no ha tardado en condenar el fallo, que también comparó al histórico fallo del Supremo en junio de 2022.
En declaraciones a la prensa horas antes del fallo, la portavoz gubernamental, Karine Jean-Pierre, dijo que la decisión causaría una situación similar al del fallo del Tribunal Supremo nacional sobre el aborto, dando pie a su juicio a que «los políticos dicten algunas de las decisiones más personales que puede tomar una familia».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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