En un siglo de intrigas, conspiraciones, revoluciones, y pronunciamientos como fue el XIX, cuesta creer que una religiosa franciscana pudiese influir decisivamente en el curso de la historia.
Bautizada como María Josefa de los Dolores y apodada «la monja de las llagas«, Sor Patrocinio recibió con solo 19 años las llagas de la Pasión.
Muchos de sus coetáneos destacan en ella una humildad que la llevó a no hacer ostentación de sus estigmas, incluso con la misma reina Isabel II, de quien era consejera e íntima amiga. En su lecho de muerte, la reina llegaría a jurar: «Sor Patrocinio no solo no me enseñó las llagas nunca, sino que nunca me habló de ellas».
Tenía 20 años cuando, el 13 de agosto de 1831 recibió en una aparición mariana el encargo de promover los cultos de la Virgen del olvido.
«A tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi imagen, el consuelo. Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor», le comunicó.
Llagas, estigmas y apariciones le llevaron a obtener una notoriedad por la que no tardó en ser blanco de los ataques de un incipiente liberalismo: fue acusada de conspiradora, de farsante sobre sus estigmas, desterrada hasta en cinco ocasiones, víctima de intentos de atentados, acusada falsamente de crímenes contra la reina y superviviente de dos cruentas revoluciones como La Gloriosa en España o La Comuna francesa.
Tampoco faltaron quienes, incluso desde órdenes religiosas, trataron de aprovechar la cercanía de sor Patrocinio a la reina Isabel como su consejera, llegando al punto de involucrar a la religiosa en auténticas intrigas de Estado.
Desde entonces, mitos, bulos, calumnias y leyendas se han extendido sobre «la monja de las llagas» prácticamente sin réplica, hasta el día de hoy.
Cierra debates, completa tópicos y desmiente leyendas
En las últimas semanas, el historiador y catedrático Javier Paredes ha publicado Biografía de sor Patrocinio (San Román). Una síntesis de cerca de 40 años de investigación de la religiosa y que ofrece una novedosa perspectiva a la hora de comprender el convulso siglo XIX en España, especialmente traumático para la Iglesia.
Entre otros temas presentes a lo largo de 500 páginas, Paredes desvela a los verdaderos responsables del ministerio relámpago -un crítico cambio de gobierno en el reinado de Isabel II- superando el discurso generalizado en el ámbito académico que hasta ahora ha situado a Patrocinio como principal instigadora de esta intriga.
Puedes conseguir aquí la Biografía de Sor Patrocinio (San Román).
La del ministerio relámpago no es la única ni la más importante refutación de las múltiples «fake news» vertidas contra Sor Patrocinio.
Al igual que para los enemigos de la monja se convirtió en una «obsesión patológica» acabar con su fama de virtud, también para Paredes se trata hoy de una cuestión personal «restituir el honor» de esta franciscana que hoy sigue siendo atacada.
Godínez: «No hablo en sentido carnal»
Paredes lo explica acudiendo al fallecimiento de la religiosa el 27 de enero de 1891, cuando empezaron a cumplirse las palabras de la Virgen del Olvido, anticipando que tras su muerte continuarían los ataques contra su fama con calumnias y mentiras.
Una de estas campañas se llevó a cabo en el año 2000. En su Restauración de la Orden Franciscana en Cartagena, el historiador Pedro Riquelme transcribía una carta escrita por el sacerdote Luis Godínez, antiguo confesor y más tarde enemigo de la religiosa, en la que sugería que el nuevo confesor Faustino Losa y la misma Patrocinio podrían mantener relaciones inadmisibles en su estado.
Según la transcripción de Riquelme, la carta de Godínez decía que «cuando Sor Patrocinio fue confinada en Badajoz en octubre del 39 y acompañada por el padre Faustino, contrajeron mutua intimidad que antes no tenían (hablo en sentido carnal)«.
Transcripción incorrecta que afirma que la religiosa y su confesor «contrajeron intimidad `en sentido carnal´».
Paredes quedó «paralizado» por «tan grave acusación», especialmente al estar fundamentada en los documentos del archivo general de los franciscanos en Roma. Decidió comprobarlo por sí mismo, iniciando una investigación que le llevó a dar con la transcripción incorrecta de la carta, de la que la biografía muestra una imagen y transcripción original.
La de Riquelme había suprimido un «no» que lo cambiaba todo. «Cuando Sor Patrocinio fue confinada en Badajoz en octubre del 39 y acompañada por el padre Faustino, contrajeron mutua intimidad (no hablo a sentido carnal) que antes no tenían«, rezaba el documento original.Imagen original de la carta de Godínez: «No hablo a sentido carnal».
Llagas, milagros y ataques diabólicos
La de restituir la fama de Patrocinio se trata de una de las aportaciones historiográficas más relevantes de esta biografía de la religiosa, pero no es ni mucho menos la única.
Las pruebas más recientes llevadas a cabo por Eurofins Megalab -la mayor organización sanitaria privada existente a nivel nacional en el análisis clínico- sobre la veracidad de las llagas de la monja, los verdaderos responsables del Ministerio Relámpago, alguno de los milagros de los que se tiene constancia de su intercesión o los ataques diabólicos de los que fue víctima son solo algunos aspectos que Paredes agota en esta biografía definitiva de «la monja de las llagas».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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