Enrique y Cecilia Ansaldi pueden decir que han respondido a la llamada de Jesús cuando en el Evangelio aseguraba que la mies es grande y los obreros, pocos. Y lo han hecho entregando lo más preciado, a todos sus hijos. Pues sus cinco hijos son todos sacerdotes, uno de ellos es monje benedictino y recibirá el orden sacerdotal en breve, que diseminados por el mundo llevan la Buena Nueva a todos los rincones del mundo.
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