Quedan pocas horas para la II edición de la Fiesta de la Resurrección convocada por la Asociación Católica de Propagandistas y Hakuna será de nuevo uno de los platos fuertes. Días después de que la delegación valenciana del grupo abarrotase el teatro Olypmia, la formación madrileña ultima los preparativos para un concierto que se prevé multitudinario. Entrevistados por Ana del Barrio para El Mundo, sus integrantes dan muestras de que se trata de un concierto muy esperado pero que vivirán como cualquier otro. «Ofreceremos nuestras canciones, nuestra ilusión y nuestra alegría de celebrar la Resurrección. Queremos rezar con los decenas de miles de personas que acudirán y dar todos juntos muchas gracias a Dios por la vida», comentan.
No exageran al hablar de decenas de miles. La primera edición de la Fiesta de la Resurrección congregó a 60.000 asistentes, cifra que según los organizadores será superada el próximo sábado.
Parte de lo que implica esa «normalidad», acuda más o menos gente es la concepción de lo que implica cada concierto, que para Hakuna consiste en «momentos de oración especiales«.
«Hay miles de personas que cantan contigo y es fácil hacer experiencia de la comunión«, explican.
Aunque sus integrantes cambian en cada país y continente, la respuesta de Hakuna ante lo que buscan los jóvenes en su música parece estar coordinada: «saciar su sed de Dios«.
Relativismo y disolución familiar: «La sociedad tiene sed de algo más»
Hay quien plantea que el auge y crecimiento de Hakuna es una «reacción» al reguetón y al perreo. Lo que para ellos «está claro» es que «la sociedad tiene sed de algo más. Nos encontramos en un mundo donde el relativismo, el materialismo y la disolución de la familia han impregnado nuestras vidas. Ante este panorama, vemos nuestra sed de amar y ser amados, una sed de felicidad que no se ve saciada por el mundo. Cuando uno vive en esta sed y se encuentra con el único que la puede saciar, no puede evitar ir a beber… La sed no es de música católica sino de Dios«.
Una crítica recurrente para Hakuna es la de que son una secta. Algo a lo que sus integrantes de Madrid responden con una invitación, ya que «las puertas de Hakuna están muy abiertas. Quien quiera venir que venga. No hace falta ni avisar. A veces nos llegan mails preguntando qué hacer para ir a algo de Hakuna y la respuesta es la misma: venir».
Precisamente les hicieron la misma pregunta desde Valencia Plaza con motivo de su concierto Pasión, y respondieron que aunque «siempre hay gente que critica, luego escuchan Huracán -uno de sus hits- y piensan otra cosa. Hay que confiar en que Dios va a hacer algo para que esa persona que te está diciendo que somos una secta reflexione, cambie y venga. Hakuna está ahí porque Él ha dicho que como herramienta tenemos que hacer que todo el mundo llegue a Cristo a través de la música».
La relación de Hakuna con el Opus Dei, en una canción
Igual de recurrente es la pregunta sobre la relación de Hakuna y el Opus Dei, a lo que Hakuna responde con otro de sus grandes éxitos: «¡Claro que sí! De hecho, en nuestra canción de Forofos nos acordamos de muchos otros movimientos, parroquias, congregaciones… Guardamos también muy buena relación con Iesu Communio, las Carmelitas, las Hermanitas del Cordero, las Hermanas de la Caridad… Cada carisma de la Iglesia tiene una riqueza tan grande que es apasionante poder estar muy en contacto con cada uno y vivir la comunión».
Al margen de movimientos concretos, Hakuna observa que en general los jóvenes «no son tontos» ni se creen «lo que trata de vender el mundo».
«Tenemos olfato para detectar la verdad y además valentía para seguirla», agregan. En este sentido, otra de las palabras que aparecen asociadas con frecuencia al fenómeno Hakuna es la de «Revolución«, quizá por otra de sus famosas canciones así titulada y dirigida a los «rebeldes con causa».
En el cara a cara, sin embargo, admiten que «la verdadera revolución» no es Hakuna, sino que «la empezó Jesús hace más de 2.000 años y toda la Iglesia formamos parte de ella», como describe Revolución.
Al concebir su música como un instrumento de evangelización, no descartan en llevar el mensaje a quienes están fuera de la Iglesia para sumarles a esa revolución. Por eso, se dirigen también a quien no tienen fe o al que se considera ateo, invitándole a ser «plenamente feliz, a que viva y no se conforme con sobrevivir«, pues «todos estamos hechos para ser amados por Dios».
Otro de los pilares estratégicos de Hakuna son el marketing de redes sociales, contando a día de hoy con 138.000 seguidores la cuenta del grupo y 94.000 la del movimiento. A la pregunta de si Jesús tuviese, de nacer hoy, seguidores esta red social, los músicos se despiden observando que lo que habría que preguntarse es si tendría Instagram.
«O mejor, ¿por qué Jesucristo no nació en una época como la actual, en la que los medios de comunicación y las redes sociales parecen facilitar la difusión de un mensaje? ¿Por qué nació en una aldea minúscula y desconocida de una de las regiones más apartadas del Imperio Romano? ¿Por qué eligió como sus principales seguidores a 12 personas de escasa influencia? Jesucristo resucitó y está presente a través de la Iglesia: ¡esto es más sencillo que Instagram!«.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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