29/12/2024

Las apariciones de María Rosa Mística «no contienen elementos contrarios a la fe», dice el Vaticano

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe «no ha encontrado en los mensajes difundidos por Pierina Gilli elementos que contradigan directamente la enseñanza de la Iglesia católica sobre la fe y la moral». Es lo que se puede leer en la carta publicada este 5 de julio, y firmada por el prefecto Víctor Manuel Fernández con la aprobación escrita del Papa y enviada al obispo de Brescia (Italia), Pierantonio Tremolada.

Se trata de la devoción a María Rosa Mística y de los mensajes que la vidente Pierina Gilli dijo haber recibido de la Virgen en 1947 y 1966. «En los hechos conexos con esta experiencia espiritual no se encuentran tampoco aspectos morales negativos, ni otros elementos merecedores de crítica alguna. Antes bien, se pueden hallar diversos aspectos positivos que sobresalen en el conjunto de mensajes, como también otros que, siendo igualmente positivos, sin embargo, merecerían algún tipo de aclaración, a fin de evitar malentendidos».

«Completa» confianza en María

La «aprobación» de la experiencia espiritual de la Virgen de Fontanelle se produce sobre la base de las Nuevas Normas para proceder en el discernimiento de supuestos fenómenos sobrenaturales publicadas el pasado 17 de mayo, según las cuales la intención principal del discernimiento ya no es establecer el posible carácter sobrenatural del fenómeno, sino evaluar desde un punto de vista doctrinal y pastoral lo que ha resultado de su difusión.

En la detallada carta sobre la Rosa Mística, el Dicasterio subraya los aspectos positivos, entre los que el más importante es el hecho de que los escritos «expresan una humilde y completa confianza en la acción materna de María y es por esto que no encontramos en ella comportamientos de vanagloria, autosuficiencia o vanidad, antes bien, encontramos la conciencia de haber sido gratuitamente bendecida por la cercanía de la Bella Señora, la mística Rosa».

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Se citan, además, diversos textos de los diarios de Gilli que exaltan a María, la Rosa, destacando su belleza, ligada al bien, y al mismo tiempo los efectos que experimenta quien se encuentra con ella: un sentimiento de insuficiencia combinado con una experiencia de amor y de gran alegría. El Dicasterio señala que «mientras exalta esta belleza de María con todo su afecto y admiración, Pierina reconoce claramente que todo lo que María hace en nosotros nos orienta siempre hacia Jesucristo«.

Entre las manifestaciones citadas en la carta está también una del propio Cristo, que inspiró a la vidente una profunda confianza en Él: «Cuando Lo miré sentí una fuerte atracción hacia Él, para amarlo: era tan bueno, hermoso, ¡misericordioso! ¡No encuentro palabras para expresar lo que hizo que mi alma quedara embelesada en Él!… Y, le dijo el Señor: «Ten siempre fija tu mirada en Mí para escudriñar y adivinar lo que quiero de ti, es decir, quiero tomar posesión total de tus facultades, para que puedas siempre realizar acciones inspiradas por Mi Amor» (27 de febrero de 1952).

Entre los mensajes de Pierina hay algunos que «expresan un fuerte sentido de comunión eclesial»: «Escucha, Virgen mía, desde que el Concilio creó la nueva Liturgia es tan hermosa porque rezamos juntas«. Mientras, María continúa explicando los símbolos que hay en la aparición: «Estos globos (refiriéndose a esferas de luz) que lo que tengo en las manos es demostrar al mundo entero el símbolo del Concilio Ecuménico y cuánto agradó al Señor»» (27 de abril de 1965).

En los diarios de la vidente, explica el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, hay también «expresiones que no siempre son adecuadas y que requieren interpretación». Expresiones que siempre deben leerse junto con los mensajes positivos recién resaltados. Estos son los textos en los que la Virgen se presenta como mediadora que ejerce un rol que detiene la justicia divina y en los «castigos terribles».

Algunas aclaraciones importantes

El contexto representado por todos los mensajes, escribe el Dicasterio, deja claro, sin embargo, que «ciertamente no se desea transmitir una imagen de Dios o de Cristo lejana o desprovista de misericordia, que deba ser ‘contenida’ por una ‘mediación de María'». Como lo confirman otros mensajes, como éste: «María dijo: ‘Mi Divino Hijo está siempre dispuesto a hacer descender sobre el mundo la gracia de su misericordia'» (5 de abril de 1960).

En la carta del Prefecto al obispo de Brescia se puede leer que debe evitarse la imagen de María «como mediadora ‘pararrayos’, frecuentemente utilizada en otros tiempos y también heredada por Pierina». Y recordamos que las nuevas reglas para discernir supuestos fenómenos sobrenaturales mencionan la posibilidad de que los verdaderos frutos del Espíritu Santo puedan aparecer a veces vinculados a experiencias humanas confusas y a expresiones imprecisas desde el punto de vista teológico.

En los diarios de la vidente, explica el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, hay también ‘expresiones que no siempre son adecuadas y que requieren interpretación’.

Además, el Dicasterio señala que las tres rosas con el significado de «oración – sacrificio – penitencia», centrales para la vidente y su experiencia espiritual particular, no deben «pensarse necesariamente dirigidas a todos los creyentes» y, por tanto, es mejor evitar presentarlos como «el núcleo, el centro o la síntesis del Evangelio, que sólo puede ser la caridad, como nos recuerda en varios lugares el Nuevo Testamento«.

Finalmente, la carta hace referencia a las expresiones que Pierina no explica: «María Redención», «María de Gracia», «María Mediadora» y similares. «Hay que recordar – afirma el Dicasterio – que sólo Jesucristo es nuestro único Redentor… Al mismo tiempo, hay que sostener que sólo el Señor puede actuar en el corazón de las personas donando la gracia santificante que eleva y transforma».

La cooperación de María «debe entenderse siempre en el sentido de su intercesión materna y en el contexto de su ayuda a crear disposiciones para que podamos abrirnos a la acción de la gracia santificante». Interpretado desde esta perspectiva – concluye la carta – «podemos sostener que la propuesta espiritual que surge de las experiencias narradas por Pierina Gilli en relación con María Rosa Mística no contiene elementos teológicos o morales contrarios a la doctrina de la Iglesia».

Varios ciclos de apariciones

En 1944, Pierina, quien se encontraba en estado comatoso a consecuencia de una meningitis, recibió de Santa María Crucificada De Rosa(1813-1855), fundadora de las Siervas de la Caridad, una visión con la promesa de su curación.

Posteriormente, Pierina tuvo dos ciclos de apariciones de la Virgen, uno en 1947, durante las cuales se presentó como Rosa Mística y Madre de la Iglesia, y que concluyeron en la Basílica de Montichiari un 8 de diciembre, y otro en 1966, en Fontanelle, donde el lugar fue señalado como futura fuente de purificación y gracias.

Durante la aparición del 13 de julio de 1947, la Virgen llevaba tres rosas sobre el manto, una blanca, una roja y una dorada, que simbolizarían, según recogió Pierina, la oración, el sacrificio y la inmolación para reparar las infidelidades y traiciones de las almas consagradas. Estas tres rosas son la principal característica iconográfica de estas apariciones.

El segundo ciclo de apariciones ocurre en 1966 en Fontanelle. Aquí, el 13 de mayo, fecha significativamente mariana, la Virgen indica a Pierina una fuente específica, como lugar de purificación y fuente de gracia. Ya en 1966 se comenzó a construir en el lugar un santuario que no estaba estructurado como una iglesia, sino como un anfiteatro abierto. A un lado hay una capilla para la celebración Eucarística, al otro una segunda capilla más pequeña para proteger la fuente indicada por la aparición.

 

Aquí puedes ver cómo es el santuario de María Rosa Mística.

En los años 1960, el entonces obispo de Brescia, Giacinto Tredici, no creía que las apariciones tuvieran un origen sobrenatural, y la misma actitud mantuvieron también sus sucesores. En abril de 2001, en el décimo aniversario de la muerte de Pierina Gilli, el obispo Giulio Sanguineti nombró a un sacerdote encargado de seguir el culto en Fontanelle. Posteriormente, el 17 de diciembre de 2019, el lugar mariano fue proclamado «Santuario Diocesano de la Rosa Mística – Madre de la Iglesia«.  

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PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»