La del Domingo de Ramos y la del Viernes Santo
Daniel Iglesias Grèzes
A lo largo de mi vida he escuchado decir en muchas homilías de Semana Santa, predicadas incluso por muy buenos sacerdotes, que la misma multitud que aclamó a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, pocos días después, exigió a gritos a Poncio Pilato la crucifixión del mismo Jesús.
Como una medida de lo generalizada que está esa afirmación, ofrezco la siguiente prueba. Una búsqueda en Internet me dio como primer resultado el siguiente texto generado por la Inteligencia Artificial de Google (los destaques en negrita son míos):
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