14/11/2024

Los católicos de Gaza, con ancianos y enfermos, no pueden irse: Parolin habla por los civiles

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, ha establecido contactos tanto con Israel como con la Autoridad Palestina para intentar reducir daños, defender a los civiles y sentar pasos hacia la paz en Tierra Santa, mientras el párroco de Gaza, el argentino Gabriel Romanelli, explica que los católicos no pueden irse de la zona que va a ser invadida porque tienen niños discapacitados, ancianos y pobres que atender.

Telefonear al ministro palestino, hablar con el embajador israelí

Este sábado, Parolin telefoneó al primer ministro de Palestina, Mohammad Shtayyeh, al que declaró el dolor de la Santa Sede por lo que sucede en Gaza y Palestina, mientras cientos de tanques israelíes se preparan para asaltar la zona norte de la Franja de Gaza y piden a los civiles que abandonen la zona.

Parolin ha declarado al mandatario palestino -como declaró ya el día antes en una entrevista en VaticanNews- que la Santa Sede seguirá reconociendo solo al Estado de Palestina y a sus autoridades como representantes de las legítimas aspiraciones del pueblo palestino.

Parolin ha pedido a todos que se garantice el pleno respeto del Derecho Humanitario y que no se ataque ni a los civiles, ni a las estructuras sanitarias ni a los lugares de culto, como recoge la normativa internacional incluso en tiempo de guerra.

El viernes, Parolin acudió a la embajada de Israel ante la Santa Sede, donde expresó la solidaridad y la cercanía espiritual de la Santa Sede con el pueblo israelí por el violento ataque del sábado pasado de manos de Hamás, que causó numerosos muertos, heridos y secuestros.

La Santa Sede, dispuesta a mediar

En una entrevista con Andrea Tornielli y Roberto Cetera en VaticanNews, Parolin, como máxima representación diplomática de la Santa Sede como Estado (solo por debajo del Papa) ha declarado: «La Santa Sede está dispuesta a cualquier mediación necesaria, como siempre».

La cadena de atentados terroristas de Hamás del sábado 7, los califica como algo «inhumano». «La Santa Sede expresa su total y firme condena. Además, estamos angustiados por los hombres, mujeres, niños y ancianos que son rehenes en Gaza. Expresamos nuestra cercanía a las familias afectadas, en su gran mayoría judías, rezamos por ellas, por los que aún están en estado de shock, por los heridos», asegura el cardenal Parolin.

En palabras que parecen hacerse eco a las que unos días antes pronunciara el cardenal Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, también Parolin dijo: «Es necesario recuperar el sentido de la razón, abandonar la lógica ciega del odio y rechazar la violencia como solución. Los agredidos tienen derecho a defenderse, pero la legítima defensa debe respetar también el parámetro de la proporcionalidad«.

Esa frase recuerda a la que en 2004 San Juan Pablo II declaró (y luego recogió el Compendio de Doctrina Social en su párrafo 501): «el Ejercicio del derecho a defenderse debe respetar los tradicionales límites de la necesidad y de la proporcionalidad».

Parolin, pese a todos sus contactos y experiencia diplomática, declara también: «No sé qué margen hay para el diálogo entre Israel y la milicia de Hamás, pero si lo hay, y esperemos que lo haya, debe buscarse de inmediato y sin demora. Esto para evitar más derramamiento de sangre, como está ocurriendo en Gaza, donde hay muchas víctimas civiles inocentes como consecuencia de los ataques del ejército israelí».

Para dar pasos a corto plazo, pide «que los rehenes sean devueltos inmediatamente, incluso los que están en poder de Hamás desde los pasados conflictos: en este sentido, renuevo con fuerza el vibrante llamamiento lanzado y repetido por el Santo Padre Francisco en los últimos días. Es justo que, en legítima defensa, Israel no ponga en peligro a los civiles palestinos que viven en Gaza. Es justo, indispensable diría yo, que en este conflicto -como en cualquier otro- se respete plenamente el derecho humanitario».

E insiste: «La liberación de los rehenes israelíes y la protección de las vidas de los inocentes en Gaza están en el centro del problema creado por el ataque de Hamás y la respuesta del ejército israelí. Están en el centro de las preocupaciones de todos nosotros, del Papa y de toda la comunidad internacional».

Solución a largo plazo: justicia y dos Estados

Sobre la paz a medio o largo plazo en la zona, declara: «La paz sólo puede construirse sobre la justicia. A los latinos les gustaba decir: ‘Opus iustitiae pax’, no puede haber paz entre los hombres sin justicia».

Y reitera la postura diplomática de siempre del Vaticano: la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino.

«Me parece que la mayor justicia posible en Tierra Santa es la solución de los dos Estados, que permitiría a palestinos e israelíes vivir uno al lado del otro, en paz y seguridad, respondiendo a las aspiraciones de la mayoría de ellos. Esta solución, prevista por la comunidad internacional, últimamente ha parecido a algunos, en ambas partes, que ya no es factible. Para otros, nunca lo fue. La Santa Sede está convencida de lo contrario y sigue apoyándola».

A largo plazo pide «tener en cuenta una serie de elementos que hacen que la cuestión sea muy compleja y articulada», a saber:

– la cuestión de los asentamientos israelíes [en territorios que la legalidad internacional no les reconoce];
– la seguridad,
– y la cuestión de la ciudad de Jerusalén [parte está ilegalmente ocupada por Israel según la legalidad internacional; la Santa Sede suele pedir un status internacional, al menos para parte de la ciudad].

Sobre los cristianos de Tierra Santa, recuerda que «son parte esencial de la tierra donde Jesús nació, vivió, murió y resucitó. Nadie puede pensar en Palestina o Israel sin la presencia cristiana, que ha estado allí desde el principio y estará siempre. Es cierto que ahora la pequeña comunidad católica de Gaza -unas 150 familias- está sufriendo mucho. Y cuando sufre un miembro, sufre toda la Iglesia, así que sufrimos todos. Sabemos que se reunieron en la parroquia. El párroco no pudo regresar y permanece en Belén. Todo está inmóvil, paralizado, como preso del miedo y de la cólera».

Una misa en la única parroquia católica de Gaza; también hay en la Franja una parroquia ortodoxa y una pequeña iglesia baptista.

Contactar con los católicos de Gaza

En la parroquia católica de Gaza, la Hermana Mª del Pilar, del Instituto del Verbo Encarnado, explica en un vídeo difundido por el párroco, que los parroquianos se concentran en la parroquia y preparan extintores y «un plan B y un plan C». Ya suponen que esta noche no dormirán.

El párroco, el argentino Gabriel Romanelli, que no ha podido llegar a su parroquia pero se mantiene en contacto, explica que la parroquia y las obras católicas en Gaza están en la zona norte, la que va a ser bombardeada y atacada por tropas de tierra israelíes.

El Ejército israelí ha pedido que los civiles abandonen la zona. «Pero eso es inviable», dice el párroco. «Los parroquianos han decidido quedarse en la parroquia, como ellos dicen, junto a Jesús. Imploramos que cese esa decisión [el asalto israelí] que va a crear un caos, una catástrofe total. ¿Cómo desplazar esa gente? Tenemos las Hermanas de la Madre Teresa, con ellas tenemos niños discapacitados, adolescentes postrados, ancianos… Es inviable».

En declaraciones a la agencia argentina AICA, Romanelli describió los espacios donde se refugian los católicos en Gaza.

«Actualmente hay más de 150 personas alojadas en el edificio de la iglesia y el monasterio. La segunda área es el Centro Santo Tomás de Aquino, que actualmente alberga a más de 30 personas. La tercera área es la Escuela de la Sagrada Familia, que ha acogido a otro grupo de personas. Las religiosas de la zona (Hermanas del Verbo Encarnado, Hermanas del Rosario y Misioneras de la Caridad) también estuvieron ayudando sirviendo y asistiendo a las familias en la medida de sus posibilidades», detalló.

Sobre los suministros, declara: «Como el resto de los ciudadanos de Gaza, tenemos un acceso limitado a la electricidad durante todo el día, llega por un período corto. Desafortunadamente, el combustible está a punto de agotarse y se especula que habrá un corte de electricidad en toda la Franja de Gaza. No tenemos suficiente agua, por lo que la estamos usando con prudencia y principalmente solo para beber. Como todo el mundo sabe y ve a través de las noticias, debido a la destrucción y la devastación dejada por la guerra, apenas quedan suministros, y en su mayoría son inexistentes».

En declaraciones a TV2000, el párroco argentino explicó que «el Papa, después de varios intentos, logró hablar con el vicepárroco que se encuentra en Gaza, el padre Youssef, y le preguntó cómo estaban, preguntó por los numerosos niños, cristianos y musulmanes, asistidos por las monjas de la Madre Teresa, y aseguró que está haciendo todo lo posible por esta situación», explicó Romanelli.

Francisco se ha comunicado ya en un par de ocasiones con Romanelli, que está en Belén, para expresar su cercanía.

«Recemos mucho por todos ellos, manifestemos a Dios nuestro deseo de paz y también para las víctimas que han caído de una y otra parte del muro».

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»