El primer ministro qatarí, Mohammed Al Thani, mediador en la mesa de negociación, confirmó este miércoles que a partir del domingo empezaría una tregua indefinida entre Israel y Hamás. Incluye varias etapas de intercambio de rehenes y prisioneros, el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y el retorno de muchos desplazados. Aunque las bombas han seguido cayendo este miércoles y jueves, en Tierra Santa casi todo el mundo está alegre y esperanzado por lo que parece un firme acuerdo de paz y ha habido celebración en las calles.
También los obispos católicos de Tierra Santa han emitido un mensaje de satisfacción y enumeran algunos pasos necesarios para una paz duradera, que ellos piensan apoyar y predicar.
Entre los primeros comentarios institucionales figura el de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que recuerda que la ayuda humanitaria ya puede llegar a los civiles de Gaza y pide «una estabilidad duradera en la región y una resolución diplomática del conflicto«.
Datos del acuerdo de paz: pasos paulatinos
En un primer paso, Hamás liberará 33 rehenes de los secuestrados el 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamás asaltaron el sur de Israel, mataron a unos 1.200 civiles y secuestraron unos 250.
Tras 467 días de guerra en la franja de Gaza, aún quedan 98 rehenes en manos de Hamás, que liberará en varias fases. A su vez, Israel liberaría unos mil palestinos (no sólo de Gaza, sino también de otras regiones) que mantiene detenidos. Entre ellos hay 150 condenados a cadena perpetua por atentados graves, pero quedan fuera del acuerdo los que participaron en el ataque del 7 de octubre.
Egipto, Qatar y Estados Unidos han formado parte de la mesa de mediación. Este domingo 19 de enero, podrán ser liberados los primeros tres rehenes, cuatro la séptima jornada y así el primer día de cada semana sucesivamente. En paralelo, el 16º día de la primera fase, ambas partes deberán negociar los detalles de la segunda, cuando se tendrían que liberar al resto de rehenes.
Israel mantendrá tropas en el llamado corredor Filadelfia, contingentes que reducirán paulatinamente. Se permitirá la vuelta del millón de palestinos desplazados al norte de Gaza, así como un mayor flujo de ayuda humanitaria.
Según Hamas, han muerto 46.000 personas en la Franja de Gaza por los ataques israelíes en estos 15 meses, la inmensa mayoría mujeres y niños y civiles. Israel reconoce haber perdido 830 soldados.
Según el informe sobre Gaza del Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, que cubre 7 de los 16 meses de guerra en Gaza, han muerto por disparos y explosiones 8.000 personas, de las que el 70% eran mujeres y niños (los niños son un 44% de las víctimas mortales).
El mensaje de los obispos católicos
Los obispos católicos de Tierra Santa (latinos y de ritos orientales), se alegran en su mensaje conjunto con las palabras del profeta Isaías (Is 52,7): «Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz».
Los obispos «acogen con satisfacción el anuncio del alto el fuego en Gaza, que tiene como objetivo poner fin a las hostilidades en Gaza, devolver a los rehenes israelíes y liberar a los prisioneros palestinos. Esperamos que este alto el fuego marque el final a la violencia que ha causado un sufrimiento inconmensurable. Es un paso necesario para detener la destrucción y satisfacer las urgentes necesidades humanitarias de innumerables familias afectadas por el conflicto».
Constatan que «el fin de la guerra no significa el fin del conflicto. Por lo tanto, es necesario abordar de forma seria y creíble los problemas profundamente arraigados que han estado en la raíz de este conflicto durante demasiado tiempo. Una paz auténtica y duradera sólo puede lograrse mediante una solución justa «.
La paz, dice, requiere «un largo proceso, la voluntad de reconocer el sufrimiento del otro y una educación centrada en la confianza que lleve a superar el miedo al otro y la justificación de la violencia como herramienta política.»
Los obispos esperan que la noticia «marque el comienzo de un nuevo camino hacia la reconciliación, la justicia y una paz duradera. Que éste sea el primer paso en un camino que promueva la sanación y la unidad entre todos los pueblos de Tierra Santa».
También esperan «con impaciencia el regreso de los peregrinos a los Santos Lugares de nuestro país. Los Santos Lugares están destinados a ser lugares de oración y paz, y anhelamos el día en que los peregrinos puedan visitarlos nuevamente con seguridad y alegría espiritual».
«A pesar del dolor que hemos sufrido, seguimos mirando al futuro con una esperanza inquebrantable», afirman. Y a los políticos y a las naciones del mundo les piden «una visión política clara y justa para la posguerra. Un futuro construido sobre la dignidad, la seguridad y la libertad para todos los pueblos es un requisito previo para una paz verdadera y duradera. Instamos a todas las partes a que apliquen las medidas inmediatas y negocien las futuras medidas del acuerdo de buena fe».
Palés de ayuda en el recinto de la parroquia católica de Gaza, para las familias cristianas y sus vecinos.
La acción de los católicos en Tierra Santa
Católicos de todo el mundo ayudan al pueblo que sufre en Tierra Santa a través de distintas obras caritativas, algunas con decenas de años, o más de cien, a través del Patriarcado Latino, de fundaciones, de órdenes religiosas o de la Custodia Franciscana de Tierra Santa y entidades como la Orden de Malta o la del Santo sepulcro. Con el cese de las hostilidades, será más fácil hacer llegar este apoyo caritativo y fraterno.
En noviembre de 2023, el Patriarca Pizzaballa pidió ayuda para Tierra Santa. Pasado un año, el Patriarcado recaudó 10,3 millones de dólares (9,7 millones de euros), de los que casi una cuarta parte llegó a través de la Orden del Santo Sepulcro. Desde España llegó ayuda de Manos Unidas. De lo recaudado, 6 millones se dedicaron a víctimas en Gaza y el resto a familias y proyectos en Jerusalén y Cisjordania. En total, más de 140.000 personas fueron ayudadas. (Más sobre esta ayuda aquí). La parroquia de Gaza, como contamos, sin dejar de ser un lugar de oración y sacramentos, se convirtió en un centro de ayuda para sus vecinos que repartió toneladas de comida y productos básicos.
Más reacciones: Zuppi, Patton, el párroco de Gaza
El cardenal Matteo Zuppi, presidente de los obispos italianos, expresó su deseo de que la tregua «sirva para evitar más sufrimiento”, en declaraciones a periodistas.
El custodio de Tierra Santa, Francesco Patton, espera que “a partir del domingo se empiecen a liberar realmente rehenes y prisioneros y que, a partir de aquí, se inicie un camino, ciertamente largo, de estabilización para que Gaza vuelva a ser habitable y, al mismo tiempo, gobernable”. Pide a la comunidad internacional «que ha brillado por su ausencia durante estos largos meses de guerra» que muestre su «capacidad constructiva”, dijo en la agencia Sir. Previno del riesgo de que la ayuda sea robada por bandas: para evitarlo, debe haber «un mínimo de estructura, tanto administrativa como policial”.
El párroco católico de Gaza, Gabriel Romanelli, sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado, apuntó que “ahora la gente empieza a alimentar la esperanza de volver a sus casas, para los que aún las tienen, y a comprender lo que queda y cómo reconstruir y volver a empezar”. En declaraciones a Sir, anunció “una misa de acción de gracias por la tregua, pidiendo paz para todos los que trabajan sobre el terreno para llevar alivio a la población. Damos las gracias a todos esos millones de personas de todo el mundo que se esfuerzan por ser llamados hijos de Dios”.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Obispos de Ghana animan al Estado en su «ley anti-LGBT» pero piden buscar medidas no solo punitivas
El Papa se cae y se lesiona el brazo
Sor Blandina, la monja del Far West que se enfrentó a Billy el Niño