La Comisión de Justicia y Paz de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa (obispos católicos de los distintos ritos en Israel, Palestina, Jordania y Chipre) ha pedido en el mensaje navideño de este 2023 un alto al fuego en Gaza, la liberación de los rehenes israelíes que retiene Hamás y que el diálogo prime por encima de la guerra.
«Pedimos a todos los que celebran la Navidad en el mundo: orad con nosotros. Orad por la paz en Belén, en Gaza y en toda Tierra Santa. Oramos por el fin de la violencia y la liberación de todos los cautivos. Oramos por un alto el fuego permanente y por el amanecer de un tiempo de diálogo en lugar de opresión, de justicia en lugar de soluciones impuestas, de vivir juntos en lugar del sueño de deshacerse unos de otros», dice el comunicado.
Ni los templos son seguros
«A quienes ocupan posiciones de poder, que ayuden a poner fin a un conflicto que ha estado vigente durante más de un siglo, faciliten un camino hacia una paz justa basada en la igualdad para que esta guerra pueda ser la última y nuestros hijos puedan finalmente presenciar la esperanza en lugar de la desesperación«, añade el texto.
A las puertas de la Navidad, los obispos de Tierra Santa analizan la trágica situación que vive la comunidad cristiana en Gaza. «Mientras nos preparábamos para entrar en la novena antes de Navidad, recibimos la horrible noticia del ataque a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza. A mediodía del 16 de diciembre, un tirador israelí asesinó a Naheda y Samar, madre e hija, en el patio de la iglesia», relata el mensaje.
Sin embargo, una portavoz oficial del Gobierno israelí rechazó las acusaciones. «Las Fuerzas de Defensa de Israel se toman muy en serio cualquier reclamación referente a lugares sensibles, especialmente iglesias, y en diálogo con representantes de la Iglesia ninguno elevó reportes sobre un ataque», declaró la portavoz.
Sin embargo, las autoridades católicas se reafirman en su denuncia de este ataque. De hecho, el pasado domingo el Papa Francisco se hizo eco tras el rezo del Ángelus. “Civiles indefensos están siendo bombardeados y tiroteados. Y esto ha ocurrido incluso dentro del recinto parroquial de la Sagrada Familia, donde no hay terroristas, sino familias, niños, enfermos y discapacitados, monjas”, dijo el pontífice, tras mencionar las dos cristianas muertas en el recinto parroquial.
Religiosos fallecidos en la guerra
Por su parte, el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pizzaballa, ha transmitido su pesar por los 18 religiosos de distintas denominaciones fallecidos como consecuencia de la guerra que lleva a cabo Israel en Gaza.
«Después de presenciar más de setenta días de guerra, en Tierra Santa nos acercamos este año al pesebre en Belén con el corazón roto. Oramos y pedimos alegría, en lugar de la tristeza que nos rodea por la muerte de tantos», dice el patriarca.
La Comisión de Justicia y Paz de Ordinarios Católicos está encabezada por el patriarca latino emérito Michel Sabbah y tiene como misión contribuir a las reflexiones de la Iglesia sobre la situación en Tierra Santa.
«Alrededor de dos millones de personas han sido desplazadas, la mayoría de ellas no tienen refugio. Incluso las escuelas y los sitios de culto no son lugares seguros. De hecho, más del 85 % de la población de Gaza ha sido desplazada en una estrecha franja de tierra donde parece que no hay lugar seguro. La gran mayoría de los hospitales y clínicas no funcionan. El 91 % de los gazatíes informan que se van a dormir con hambre», dice la nota de los obispos.
Este 2023 las celebraciones de la Navidad en Tierra Santa han sido canceladas, «para que nosotros, como cristianos, podamos solidarizarnos con todos aquellos que sufren en la guerra«, concluye el comunicado.
Llegó a Belén el cardenal Krajewski, el limosnero del Papa
El cardenal Konrad Krajewski, limosnero apostólico (gestiona la caridad del Papa) llegó este viernes a Tierra Santa como delegado del Papa para transmitir el abrazo y la ayuda del Pontífice a la región durante la Navidad.
Pasó el día en Belén, en territorio palestino, que tiene una importante comunidad cristiana pero que este año de guerra no recibe apenas peregrinos por la Navidad, lo que golpea a sus familias artesanas.
Para entrar en Belén hay que pasar un estricto control israelí, que tiene cercada la ciudad, por un único puesto donde dejan entrar a las personas «con cuentagotas». «Podíamos entrar por un lado, la única entrada, porque los palestinos no pueden salir de Belén, deben estar en la ciudad», denuncia el cardenal polaco.
Krajewski se encontró con cuatro jóvenes de Gaza que consiguieron salir antes de que empezara la actual ola de violencia y guerra.
El cardenal Krajewski se reunió en Belén con 4 jóvenes que lograron salir de Gaza.
«Todos sus familiares se quedaron. Una chica perdió a 12 miembros de su familia«, explica Krajewski a VaticanNews. «Han venido para contar cómo están las cosas, para poder decirle al Santo Padre todo el infierno que hay allí, que falta el agua, falta la corriente eléctrica, que la gente que está alrededor de la iglesia son casi 600 personas». Hemos rezado juntos, añade, «ciertamente muy afligidos pero no sin esperanza».
Krajewski también se reunió con el obispo de los católicos de rito griego. «Hemos hablado de cómo podemos aumentar las ayudas», explicó. Sin peregrinos y con la guerra, las familias cristianas de Tierra Santa se enfrentan a una Navidad especialmente dura.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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