Jesús García Colomer, quien ya dirigiera Hospitalarios y Medjugorje (unos 200.000 espectadores en todo el mundo), vuelve a las salas de cine de España con Madre no hay más que una. Dice que trata sobre un tema contracultural, antisistema, molesto, revolucionario… ¡las madres!
O, más en concreto, ser madre hoy de niños pequeños y sacrificar ‘cosas’ con alegría, por los hijos y la familia. La película recoge los testimonios de 6 madres alegres, pero que han experimentado los rigores de la maternidad en la España de nuestros tiempos, en una sociedad que no es nada amigable ni favorable a ello.
En España hay más muertes que nacimientos desde 2015 y hace más de 30 años que se bajó de los 2,1 hijos por mujer en edad fértil necesarios para una tasa de repoblación adecuada. España es un país donde los niños escasean y ya se miran como rarezas incómodas.
– ¿Qué dicen los que ya han visto la película?
– Hicimos esta semana un pase para profesores de colegio y les entusiasmó. Ellos están en contacto con jóvenes y ven que adolescentes viven bombardeados por una propaganda que les ofrece un tipo de vida destructivo. De la maternidad nunca se habla, y cuando se hace es para denostarla. La película nos muestra madres jóvenes, guapas, simpáticas, con bastantes hijos (o que lo han intentado), con sus profesiones. Muchos descubren con ellas que esa belleza es posible.
– Aunque es una película alegre, algunas de las protagonistas han vivido cosas duras. ¿No puede eso asustar a algunas adolescentes o jóvenes?
– No creo que asuste, al contrario, la película desactiva tópicos y miedos. Nuestra sociedad tiene miedo de los niños. ¡Un niño da pánico! Cuando una mujer dice: «estoy embarazada» todo son caras de susto. Y te comentan solo las partes negativas: que dormirás poco, que gastarás dinero, que no saldrás de fiesta… Nuestra película quita miedos, muestra que la maternidad es un modo de vida con muchas cosas buenas. Sí, hay algunos sacrificios, como en todo, pero con recompensas muy gratificantes, que dan sentido y plenitud a la vida.
– Las españolas, nos dicen los sociólogos, se casan de media a los 35 años. ¿Qué van entender de esta película las que no tienen esa edad?
– Tengan la edad que tengan, yo digo esto: no conozco a nadie que haya sido madre y se haya arrepentido de los hijos que ha tenido. Pero sí conozco a algunas mujeres que sí se han arrepentido de los hijos que no han tenido.
– ¿Cómo seleccionasteis a las protagonistas de la películas?
– Eran amigas nuestras, incluyendo mi mujer, María, que cuenta su parto. Conocíamos la vida de estas mujeres y queríamos reflejar esa belleza. En realidad, el punto que tienen en común no es la maternidad, sino que son mujeres muy libres, porque si no habrían ido eligiendo lo que eligieron.
– También quedan bien en cámara…
– Sí, claro, pero ese desparpajo en cámara va ligado a esa libertad que viven. Hoy, una española que ha afrontado 6 embarazos, es una mujer que planta cara y tiene cero problemas ante la cámara. La peli no tiene trampa ni cartón ni guion: se ven libres y con mucha personalidad porque es lo que son.
Las protagonistas de Madre No Hay Más Que Una, una película luminosa sobre la maternidad.
– ¿Qué decidisteis en esta película respecto a los padres?
– La primera secuencia del documental es una pareja en actitud cariñosa que entra en el dormitorio: ¡los niños no vienen del supermercado! Pero teníamos claro que la película es un homenaje a la maternidad. Nuestras protagonistas van hablando a veces de sus maridos, ellos están ahí detrás. Pero la maternidad y la paternidad son cosas distintas. Se dice que si en una familia falta el padre es un drama, pero si falta la madre es peor, es una tragedia. Además, hay una ola de empoderamiento de la mujer, feminismo, visualización, incluso con lo de la selección femenina de fútbol. Así que dijimos, vamos a hacerlo, pero con madres.
– Como cineastas también tuvisteis que tomar decisiones sobre colores, cojines, hogares…
– Hay un diseño de estilo, sí. Hablando con las protagonistas, Javier González, el guionista, decidió que asignaríamos un color a cada chica. Después entramos en sus seis casas. Ellas nos han abierto sus puertas, también por su agenda complicada, con niños pequeños. Fuimos allí y grabamos en escenario real.
– En la película no salen sociólogos ni expertos hablando de maternidad…
– Para mí está claro que las expertas en maternidad son las madres. Ellas son las que nos hablan. Es cierto que al explorar el tema de la maternidad en la Virgen María me planteé si debíamos consultar a una madre teóloga y mostrarla en la película. Pero pensé que eso habría complicado el mensaje. Queríamos mostrar la maternidad de María desde la maternidad en sí.
«Preguntitas» que van haciendo a las seis madres protagonistas; cada una tiene su historia, y muchas familias se verán reflejadas en ellas.
– También vemos muchos niños: cada uno con su cara y nombre y sonrisa…
– ¡Es que queremos que se vean niños! Javier González tuvo esa idea de hacer los primeros planos de los niños según se iban presentando. Niños alegres y miradas refrescantes. ¿Por qué nuestra sociedad oculta a los niños? Hace 11 años, antes de la guerra, estuve en Siria. Fui a un parque infantil un viernes, que es día festivo en países musulmanes. Allí, para subir al tobogán, había una fila de 20 niños, y en cada columpio, igual, y me dio envidia. Creo que un niño es esperanza. Si en la muerte de un familiar hay despedida, en cada nacimiento hay una bienvenida. Un nacimiento es un vacío peculiar que se va a ir llenando de experiencias, de cosas nuevas. Todo es positivo en el nacimiento.
– La película concentra su exploración de la Virgen María como madre en el final…
– Sí, mostramos a las 6 madres primero, cada espectador empatizará con unas u otras, y luego ellas presentan su relación con la Virgen María. Son ellas, a las que ya conocemos, las que nos abren esa puerta. La presencia de la Virgen María en sus vidas es cotidiana, una tienen devoción real por ella, se apoyan en ella como mediadora, como Madre de Jesús y como madre suya. Ese protagonismo de la Virgen fue saliendo en las conversaciones de forma natural.
– ¿Cuál es el efecto más positivo que puede tener esta película en las personas?
– Yo digo que es como una ‘bomba de racimo’, que se va desplegando, porque las 6 protagonistas son muy diferentes. La película logra que la gente se libere de los miedos que ha generado este sistema antifamilia. Yo ya voy camino de mi sexto hijo y nuestra experiencia es que al final las cosas prácticas se van resolviendo. Nadie se muere por ser padre. Yo quiero que se pierda el miedo.
»También queremos que se respete a estas familias. Varias madres comentan que su presencia con hijos, o sus embarazos, a veces generan comentarios incómodos. Se les cuestiona por tener hijos, pero han tenido varios hijos, porque son libres, porque les da la gana. Un periodista me pregunto: «¿pero estas mujeres son del Opus Dei?» Pues no, resulta que ninguna lo es, pero podrían haberlo sido. ¡Como si son del Rayo Vallecano!
Lista de cines en España para ver la película y más información en:
https://madrelapelicula.com/donde-verla/
Tráiler oficial de Madre no hay más que una, en cines desde el 20 de octubre, una película llena de color, maternidad y mujeres muy directas:
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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