«Difícil». Así describe la situación eclesial en Haití, presa de la violencia de las bandas criminales, la hermana Marcella Catozza, de la Fraternidad Franciscana Misionera de Busto Arsizio, que trabaja en el país caribeño desde hace 20 años. La religiosa advierte que la práctica del vudú está generalizada, lo que incluye a los «católicos» practicantes.
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