Desde hace 18 años, el mexicano Martín Muñoz Ledo sirve como monaguillo en la misa y las celebraciones litúrgicas. Como ha relatado a ACI Prensa, comenzó a hacerlo con tan solo 6 años y cuando se trasladó a París para culminar su licenciatura en Historia en la Universidad de La Sorbona pudo seguir acolitando en la parroquia de Saint Martin de Champs. Lo que no llegó a imaginar fue que el párroco de esta última terminaría siendo uno de los capellanes de la recién inaugurada catedral de Notre Dame… y que le invitaría a participar en la reapertura.
Hoy, después del gran evento que acaparó la atención del mundo el pasado sábado y que hoy proseguirá con la consagración del altar y primera misa en Notre Dame, Martín también podrá seguir participando en la apretada agenda de la catedral.
El sábado guio a los estandartes de cada parroquia en la gran procesión de entrada, mientras que este día 8, solemnidad de la Inmaculada, prevé estar acompañando las reliquias de varios santos franceses, Santa Catalina Labouré entre ellos, además de sus acostumbradas labores como monaguillo durante la misa.
Unas labores que considera «un honor y una alegría» y que posiblemente no imaginaba realizar cuando tuvo lugar el gran incendio de la catedral en 2019.
«Se paró el tiempo en París»
Martín recuerda con asombro ese día. «Estaba estudiando y una amiga entró y nos dijo que Notre Dame se estaba quemando. Había una nube de humo muy densa. Aún no había llamas, pero luego se vieron. Fue sorprendente, impresionante. La gente estaba asustada, en pánico. Fue un momento que paró el tiempo en París«, relata.
Actualmente Martín realiza también un doctorado sobre las relaciones diplomáticas entre México y Francia y es miembro del llamado “gran clero” o “clero grande” de la Catedral de Notre Dame, que reúne a unos 30 acólitos.
Pertenecer a este grupo de acólitos no es solo «una alegría y un orgullo» para él, sino también un privilegio exclusivo, pues como cuenta, en el equipo litúrgico no hay miembros de otros países, salvo un belga y él mismo.
«No hay nadie que no sea europeo, de los que yo he visto», remarca.
Preguntado por el papel de la Virgen en el día a día y vida de los franceses, el mexicano cuenta que en el país galo hay una «cultura católica, pero muchos no practican la fe. A lo mucho fueron bautizados y recibieron algún otro sacramento, pero no mucho más».
En cambio, prosigue, los católicos que practican su fe «sí tienen una devoción muy grande a la Virgen María, sobre todos los tradicionalistas. Hay muchos cantos populares y procesiones. Sí hay una devoción grande a la Virgen», subraya.
El mexicano se despide anunciando su participación en la misa que tendrá lugar en Notre Dame en la festividad de la Virgen de Guadalupe el próximo 12 de diciembre, «aunque todavía no se me ha asignado el rol preciso que tendré».
La Virgen de Guadalupe en Notre Dame. (Foto cedida a ACI por Martín Muñoz Ledo).
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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