A finales de noviembre, el alcalde socialista Jaume Collboni y su frente de izquierda anti-Navidad anunciaba la retirada del tradicional belén de la Plaza de Sant Jaume en Barcelona, poniendo en su lugar una gran estrella de 20 puntas sin ningún significado navideño. Ya el 15 de diciembre cientos de personas respondieron a la cancelación de la Navidad llevando decenas de pesebres a la plaza, y entre el 21 y el 22 de diciembre, son miles los que han acudido al primer pesebre viviente y ajardinado de la Ciudad Condal de la asociación Schola Cordis Iesu.
El belén se asentó en los jardines de la parroquia de María Reina, en el barrio de Pedralbes y según informa la asociación, la de este fin de semana es solo la «primera edición» de un pesebre viviente que contó con miles de visitantes, entre ellos el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, concejales locales y algún diputado autonómico.
Concebido por Schola Cordis Iesu como una iniciativa con una finalidad benéfica y evangelizadora, ha contado con la colaboración desinteresada de diversas empresas y entidades para recaudar fondos destinados a la reforma de la parroquia de María Reina, con cerca de cien años de historia.
La Anunciación, los Pastores, el Nacimiento, la huida a Egipto o la visita de los magos, las cinco estaciones del primer belén viviente de Barcelona.
Los organizadores destacan también la atmósfera familiar y festiva a la que contribuyeron la escenificación, el mercadillo solidario o el bar, elementos que propiciaron la participación de residentes y visitantes de todas las edades.
En el belén viviente se representaron cinco escenas que se distribuyeron a lo largo de todos los jardines parroquiales: la Anunciación a María, el Campo de Pastores, el Nacimiento, la Huida a Egipto y la visita de los niños con sus cartas a los pajes de Sus Majestades los Reyes de Oriente. Todo ello se encontró ambientado con música navideña, en hebreo y con explicaciones que acompañaban cada pasaje, incluso pacía un pequeño rebaño de ovejas en un aprisco.
Además del belén, Schola Cordis Iesu estableció un mercadillo solidario con hasta 17 paradas donde encontrar artículos navideños, adornos o libros.
Los organizadores también destacan la labor de los casi 60 voluntarios y 32 actores, así como las empresas del sector textil, que donaron 200 metros de tela para el atrezzo, uniéndose a los más de 800 metros que fueron empleados en la confección de los atuendos.
Además del recorrido principal, los visitantes han podido disfrutar de un mercadillo solidario. Las 17 paradas del mercado ofrecieron artículos navideños, adornos, libros y ropa. La misa de 20.00 de ambos días se ha llenado y el Santísimo permaneció expuesto en la capilla durante la celebración del pesebre, con numerosas visitas, relatan desde Schola Cordis Iesu.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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