Ayer dominto tuvo lugar la segunda y última Javierada de este año, presidida por primera vez por Mons. Florencio Rosello, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. Miles de fieles llenaron la explanada en las afueras del castillo de Javier. El pastor de la Iglesia en Navarra pidió «mirar al suelo, a la calle, miarar el barro de la vida» y entregar la vida por las personas heridas y solas.
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