En la madrugada de este viernes falleció a los 89 años de edad el cardenal Paul Josef Cordes, figura clave en el pontificado de Juan Pablo II en cuanto vicepresidente del Pontificio Consejo para los Laicos (1980-1995) y presidente del Pontificio Consejo Cor Unum para la Promoción Humana y Cristiana entre 1995 y 2005, siendo confirmado en el cargo por Benedicto XVI -quien le elevó al cardenalato- hasta su retirada en 2010.
Impulsor de las JMJ
Nacido en Alemania en 1934, empezó los estudios de Medicina hasta que sintió la vocación sacerdotal e ingresó en el seminario de Paderborn, siendo ordenado en 1961. En 1971 se licenció en Teología en la universidad de Maguncia y en 1975 fue nombrado obispo auxiliar de Paderborn por voluntad de Pablo VI.
En 1980 se incorporó a la Curia Romana, donde fue una figura de gran confianza para el Papa polaco. En 1983 promovió el Centro Juvenil Internacional San Lorenzo, que contribuyó decisivamente al éxito del encuentro del Domingo de Ramos de 1984 en Roma, con motivo del jubileo de los jóvenes por el Año Santo de la Redención. Se esperaban 60.000 peregrinos y acudieron 250.000, suscitándose la idea de una Jornada Mundial de la Juventud, que el cardenal Cordes ayudó decisivamente a estructurar y perfilar. La primera se celebraría en Roma en 1986, iniciándose un recorrido por Buenos Aires, Santiago de Compostela, Czestochowa, Denver, Manila, París, Toronto, Colonia, Sidney, Madrid, Río de Janeiro, Cracovia, Ciudad de Panamá y Lisboa.
Esta sintonía entre San Juan Pablo II y el cardenal Cordes para las JMJ y la Nueva Evangelización hizo que el Papa le designase a título personal para impulsar el apostolado de la Renovación Carismática Católica y el Camino Neocatecumenal, cargo que desempeñó hasta 1995.
El agradecimiento del Camino
Eso creó un vínculo muy especial entre Cordes y la realidad iniciada por Kiko Argüello y Carmen Hernández. El Camino Neocatecumenal hace también de las JMJ un eje de evangelización y compromiso eclesial, y de hecho tras la finalización de todas ellas los jóvenes del Camino celebran un Encuentro Vocacional del cual suelen salir miles de chicos y chicas con el deseo de una consagración a Dios que luego será discernida, pero que ha dado como resultado cientos de vocaciones sacerdotales y de vida consagrada.
Poo esta cercanía particular, Kiko Argüello, María Ascensión Romero y el padre Mario Pezzi firmaron, al dar la noticia del fallecimiento del cardenal Cordes, un mensaje de agradecimiento a Dios «por su precioso ministerio en la Iglesia» mediante «sabios consejos» en el nacimiento y crecimiento de diversas realidades eclesiales surgidas en las últimas décadas.
El cardenal Cordes, junto a Juan Pablo II en una celebración eucarística en Castelgandolfo, el 28 de diciembre de 1986. Detrás de Cordes, con una guitarra, canta Kiko Argüello. Cercana a él, Carmen Hernández.
Los responsables del Camino recuerdan la carta de 1986 del cardenal Agostino Casaroli, a la sazón secretario de Estado, para favorecer la «mejor inserción» de las comunidades neocatecumenales en la Iglesia y la «necesaria definición de su identidad jurídico-eclesial», así como la carta Ogniqualvolta de 1990 dirigida por el Papa Wojtyla al propio Cordes donde se reconocía el Camino como un itinerario válido de formación católica y el Papa expresaba su deseo de que «esta obra para la nueva evangelización fuese valorada y ayudada por los pastores«.
El comunicado reconoce también la «especial atención y afecto» mostrada por el purpurado fallecido hacia Kiko y Carmen, a quienes apoyó y animó «en su camino de crecimiento, en todos los momentos de su historia, asistiendo y acompañando los distintos pasos que han llevado al Camino Neocatecumenal a ser aprobado», y del cual ha sido en todo momento «amigo y válido apoyo«.
En particular, recuerdan su libro Participación activa en la Eucaristía. La ‘actuosa participatio’ en pequeñas comunidades en defensa de la Eucaristía celebrada en pequeñas comunidades, defendida por los iniciadores del Camino.
Homenaje de Benedicto XVI
El mensaje concluye recordando la carta de Benedicto XVI al cardenal Cordes en 2009 con motivo de su 75º cumpleaños, donde le reconocía esta labor: «Con valentía y creatividad al principio de tu actividad romana has abierto nuevos caminos para conducir a los jóvenes a Cristo… También has contribuido en la génesis y en el crecimiento de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Particularmente característico de tu impulso pastoral está y sigue estando tu compromiso con los ‘movimientos’: el Movimiento Carismático, Comunión y Liberación y el Camino Neocatecumenal tienen muchos motivos para estarte agradecidos.
»Aunque los organizadores y planificadores de la Iglesia, al principio, tenían muchas reservas sobre los movimientos, tú has sentido inmediatamente la vida que allí estaba surgiendo: la fuerza del Espíritu Santo que abre nuevos caminos y de un modo imprevisible mantiene siempre joven a la Iglesia. Has reconocido el carácter pentecostal de estos movimientos y te has comprometido apasionadamente para obtener que fueran acogidos por los pastores de la Iglesia».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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